Carta nº 1048 del virrey de Nueva España, don Antonio Bucareli y Ursúa, a don Julián de Arriaga, secretario de Estado de Marina, anunciando su intención de enviar una expedición hacia Monterrey al mando del Alférez graduado de Fragata don Juan Pérez, de 27 de julio de 1773.

Archivo General de Indias (AGI), ESTADO, 20, N.1, documento 1.

Nº 1048 - Reservado.

(AL MARGEN)

El Virrey de N.E. consecuente a la carta que se le remitió con Real orden de 12 de abril último del Ministro del Rey en la Corte de Rusia, sobre precaver los inconvenientes de Descubrimientos de los Rusos en el Continente de América, extiende sus referencias sobre lo que piensa practicar. Fechado en 23 de diciembre de 1773.

(TEXTO)

Excmo. Sr.

Mui Señor mio: He visto con toda reflexión el contexto de la Carta del Ministro de S.M. en la Corte de Rusia, con que V.E. acompaña la suya de once de abril antecedente previniéndome de orden del Rey tome las medidas convenientes para descubrir si pasan adelante estas exploraciones de los Rusos.

Tengo sobre la mesa el plano impreso en Petersburgo el año de mil setecientos cincuenta y ocho, que señala la Navegación hecha por los dos Navíos Rusos, mandados por el Comandante Bering, y supone descubierta nuestra costa a la altura entre cincuenta y cinco y sesenta grados.

He visto una noticia manuscrita de este Viaje, que concuerda en lo mismo, aunque dudando que la Tierra descuvierta fuese la del Continente de esta America, respecto a que las Gentes que enviamos a tierra nunca volvieron, y los Yndios que se acercaron a estos Navíos evitaron el Trato.

Esta expedición fue desgraciada, perdiose uno de los Navíos que fue la Capitana, padeció la Tripulación del escorbuto y pocos Yndividuos llegaron a Petersburgo.

Estos antecedentes, unidos a la noticia de Nuevo Viaje de que habla la carta del Ministro del Rey en Rusia, persuaden a que aquella Corte no desiste de sus ideas, y que va uniendo sus conocimientos para poner en práctico el Proyecto quando le parezca oportuno. Sin embargo, el Rey conocerá todas las dificultades que ofrece en lo despoblado, poco provisto de las Provincias de Kamtzcatka, y en lo distante de su Corte, pero que venciéndolo todo en tiempo con providencias bien convinadas, será justo aprovechar el que necesitan para acordarlas, en disponer oposición.

En carta Nº 1018 de esta fecha, doy cuenta a V.E. del Nuevo Reglamento, que he hecho formar, para sobstener los antiguos y nuevos establecimientos de California desde el Cabo de San Lucas, a Monte Rey, extensión conocida sin que su intermedio nos quede duda, ni de que haya establecimientos extranjeros, ni de que en estos últimos tiempos se hayan visto otras Embarcaciones en aquellos mares, que la Nao de Philipinas y las que salen del puerto de San Blas, con víveres y efectos para san Diego y Monte-Rey.

Estos últimos dos puertos ocupados en el Gobierno de mi antecesor el Marqués de Croix, están solo señalando que son Dominios del Rey, para adelantar la conquista espiritual, que está en solo principios, y sin otras fuerzas que para contener con sus vidas, las innumerables Naciones de Yndios, que pueblan aquellos fértiles terrenos.

No me he atrevido a darles otro aumento, que el que señala el Reglamento, por que los empeños de este Herario piden la mas exacta economía, y por que establecido provisionalmente, para evitar confusiones en los gastos, y que se puedan liquidar las cuentas atrasadas, podrá el Rey en su vista, resolver lo que sea de su soverano agrado.

El Departamento o Astillero de San Blas reducido a lo que ha parecido preciso para auxiliar los antiguos y nuevos establecimientos de California, no está capaz de grandes empresas, pedía a mi ver otra solidez: oficiales haviles de la Armada que lo dirigiesen, Pilotos prácticos, Repuestos y ajustadas medidas, con vistas dilatadas, no solo a las urgencias del día, sino a lo que pueda convenir en los sucesivo.

Juzgo que qualquiera establecimiento de los Rusos en el Continente, o de qualesquiera otra Potencia estrangera debe precaverse, no por que a el Rey le haga falta extensión de terreno, quando tiene en sus Dominios conocidos, mucho más de lo que se puede poblar en siglos, sino es por evitar las consecuencias, que atrahería el tener otros vecinos que los Yndios.

Que a los Rusos les sea posible aunque difícil el establecimiento, no es dudable; que sea perjudicial si lo consiguen a los Dominios del Rey, lo persuade la Razón, que menos difícil que a los Rusos el emprehenderlo, puede ser a que el Rey el estorbarlo, aunque a mucha costa de su Herario, se deja conocer en las distintas proporciones que dan Puertos conocidos, y Países fértiles en que hacer escalas para emprender las Navegaciones en los tiempos oportunos.

Por las hechas hasta el día de San Blas a Monte-Rey, se ha graduado como mejor la de salir de San Blas desde fines de Noviembre a todo Henero, y que en la buelta se hacen siempre los viajes prontos y felices.

Esto me hace creer, que saliendo de Monte-Rey por el mismo tiempo, podrán adelantar el reconocimiento de la Costa sin mayor incomodidad, y que quando la encuentren, como que dejan Puertos a Sotavento donde arrivar, tendrán alivios en sus trabajos.

Estas digresiones, me ha parecido preciso extender, para que V.E. conozca el modo con que pienso, y lo único que pueda arvitrar en el dia para solicitar saver si los Rusos pasan adelante con sus Exploraciones.

El Alferez graduado de Fragata don Juan Pérez, que es que hasta ahora con más acierto ha hecho distintos viajes de San Diego y Monte-Rey, se me informó deseava adelantar el reconocimiento de la Costa, y le he pasado la orden reservada para que forme el Proyecto, en el concepto de que dejaré a su elección el Buque en que haya de Navegar, las gentes que lo hayan de acompañar, y que no le escasearé ningún auxilio de los que se crean precisos, ni de recomendar a el Rey su mérito a proporción del que haga, en este encargo.

Llegada la respuesta de Pérez, consultaré su Propuesta con el General de Flota, por si tubiese que enmendar en los Rumbos, y formaré la Instrucción correspondiente a nuevos descubrimientos, ligándolo a que no haya ningún establecimiento, y a que el diario que lleve sean tan exacto, que pueda dar los conocimientos que se necesiten.

Tal vez será preciso para componer la Tripulación pedir a el General de Flota alguna gente, que tomaré de los Buques que manda, o del Navío, Santiago la España quando llegue a Veracruz.

Pasaré aviso a V.E. de lo que resulte de esta idea, para que como de quanto llevo expuesto se sirva dar cuenta a S.M. en el concepto de que todo es difícil en la Costa del Sur de este Virreynato por lo malsano de ella, por la aspereza de caminos, y por que tratandose, para qualesquiera nueva providencia que S.M. resuelva, de necesitarse Artillería, o de Buques grandes, será menos costoso a el Herario se conduzca de Manila.

Dios guarde a V.E. muchos años que deseo. Mexico 27 de Julio de 1773.

Excmo. Sr.

(ilegible)

Antonio Bucareli y Ursua

Excmo. Sr. Bº Fr. Don Julián de Arriaga.




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