AHN. TS-R. Expediente 50.2. Folios 383 a 386.

ORDEN GENERAL DEL DÍA 9 DE MARZO DE 1920

La personal inspección que a raiz de posesionarse de este mando acabo de realizar, tanto en el territorio como de las fuerzas y servicios, han confirmado la excelente impresión que tenía acerca de la fecunda labor ejecutada y del elevado concepto que merecen las brillantes virtudes militares que habeis puesto de relieve para responder cumplidamente a la elevada y honrosa misión que hasta la fecha os cupo en suerte llevar a cabo.

Merecen por ello cuantos prestan servicio en este territorio plácemes muy efusivos, y es para mí motivo de viva satisfacción hacerlo constar sintiéndome orgullosos de poder ratificar los juicios que expresé en mi orden general del día 14 de febrero últomo, confiando podré repetir en todo momento y ocasión tan favorables conceptos, pues no dudo persevereis en ellos y que a los contingentes de reclutas cuya incorporación está verificándose les será instruido el elevado espíritu militar que requiere el honroso comerido que hemos de proseguir.

En la consecución de éste ha de buscarse la mayor eficiencia y para ello y con motivo, además; de las atenciones que implica la instrucción de los reclutas he resuelto dictar las siguientes instrucciones, aparte de las ya comunicadas.

1ª.- Dentro del método gradual y progresivo que marcan los respectivos Reglamentos para que el recluta adquiera el adiestramiento necesario para considerarlo soldado apto para el combate, se intensificará su instrucción, dedicando atención preferente a los preceptos que en la especialidad de cada arma o cuerpo tiene notoria preferencia para su actuación militar, para que puedan ser dados de alta para el servicio en fin de abril próximo, sin perjuicio de proseguir su instrucción hasta lograr completarla totalmente; dentro del plazo máximo fijado en los reglamentos.

Se dedicará a su instrucción teórica la atención que requiere y en ella se atenderá por modo esencial y principal a su educación moral para que adquieran las virtudes militares inherentes al exacto concepto de Patria, honor, disciplina y misión que cumple en esta Zona el Ejército, haciéndoles conocer a la vez la clase de enemigo a quien han de combatir y los medios y recursos de que éste se vale, exponiéndoles hechos acaecidos en el territorio y que justifican no logró el enemigo sus propósitos más que en los casos en que hubo exceso de confianza o descuidos en los individuos de servicio.

El celo y el esmero de los Oficiales instructores tienen en esta parte de instrucción ámplio campo en que poner de manifiesto las cualidades de que está revestido y se capte el afecto y ciega confianza de sus subordinados.

2ª.- En todas las columnas volantes, y en las guarniciones de toda posición muy especialmente en las mandadas por Oficiales, ha de perfeccionarse la instrucción táctica que versará principalmente sobre ejercicios de puntería y práctica del tiro, aunque fuese a escasa distancia (100 metros tan solo) siempre sobre blancos; manejo del alza enseñando a distinguir numeración de las mismas para aquellos que no la conocieran; aprovechamiento del terreno en avance y estacionamiento; en una palabra, cuanto es indispensable para perfeccionar hasta un grado extremo la instrucción de nuestros soldados dotándoles así de grandes aptitudes para la guerra.

Además de estas instrucciones prácticas se atenderá a la instrucción moral mediante conferencias por Oficiales que atemperarán sus temas a los conceptos y normas expresadas en los dos párrafos anteriores.

3ª.- La oficialidad tiene una alta y envidiable misión que llenar; la de elevar el espíritu militar levantándolo más cada día por medio del trato adecuado y sostenidos con sus soldados cuyas faltas han de dar origen, más que a correctivos, a una lección a fin de que a la vez que se consiga la enmienda se fomente el afecto y ciega confianza de que todo soldado tiene el deber de depositar en sus oficiales.

Estos pueden y deben aprovechar sus periodos de inactividad obligada en posiciones y campamentos para practicar la apreciación de distancias en diversos terrenos con variedad de condiciones de luz, a simple vista y por medio de sus gemelos.

Es muy importante que tengan siempre presente lo que disponen los reglamentos tácticos, al despliegue, avance, retrocesos, mutuo apoyo, dirección y eficacia del fuego que es de su exclusiva y personal incumbencia y severa disciplina en el mismo.

Así mismo deben dejar pruebas palpables de haber dedicado sus horas forzadas inactividad en las posiciones a mejorar éstas y conseguir la mayor comodidad y estancia higiénica para su tropas, dirigiendo los trabajos que puede ésta tanto al hacer parapetos como para dotarse de albergues cubiertos que sustituyan a las tiendas cónicas, las cuales han de reservarse para la utilización momentánea en los periodos de activa mobilidad. A dicho fin facilitará sucesivamente la Comandancia de Ingenieros las puertas, ventanas y cubiertas adecuadas para su utilización en los barracones que las fuerzas construya.

4ª.- La completa misión que corresponde al mando del Capitán les obliga a tener muy en cuenta que es el responsable de la moral de su tropa e instrucción de la misma en los servicios de campaña.

El Capitán es el verdadero director del combate de su compañía y por lo tanto según el terreno en que lo libre ha de decidir la forma del despliegue establecimientos de los debidos enlaces entre las fracciones de su compañía y con el mando, tanto en el caso de combates aislados, como cuando obre encuadrado con otras fuerzas, ejerciendo la más activa vigilancia sobre la actuación de sus tropas en todos los momentos y en todas las circunstancias, teniendo especial vigilancia en las barrancadas que ocultándose a la vista, surcan con frecuencia la zona de combate y por la que puede filtrarse el enemigo.

5ª.- Los capitanes y oficiales de compañías de ametralladoras en particular son responsables de que estas máquinas se hallen constantemente en estado de servicio, vigilando mucho los desarmes y limpiezas que son causas, la mayoría de las veces de inutilización de piezas. Otra de su responsabilidad muy estrecha, se refiere a la conservación del ganado, tratando a toda costa de evitar las mataduras producidas por los bastes que han de mantenerse siempre en perfecto estado de servicio.

6ª.- Los capitanes de Batería perfeccionarán asimismo la instrucción de las mismas hasta llegar que entren en posición y rompan el fuego sus piezas con la máxima rapidez posible, que la dirección del tiro se realice con gran aceleridad (sic) y que las baterías consigan, tras pocos disparos, los tiros eficaces. Para lograr esto, es preciso que tengan sus artificieros una perfecta instrucción. También será objeto de sus desvelos el cuidado del ganado a fin de que solo se produzcan en él el menor número de bajas posible. Los goniómetros y demás elementos de puntería han de funcionar perfectamente para evitar errores de tiro. No contando el enemigo con artillería se recomienda a los referidos capitanes tiro con puntería directa desde las crestas militares, acostumbrando a los artilleros a cubrirse bien con los escudos, con los que disminuirán las bajas en número considerable.

7ª.- Los capitanes de escuadrón tieien los mismos deberes y cuidado que los de igual empleo de Infantería en cuanto afecta al mando de sus soldados, tanto en el mantenimiento de elevada moral cuando en su instrucción en la que ocupará lugar muy preferente una perfección extrema para el servicio de seguridad; pero además del ganado es tan capital y principalísima importancia que sin ella se pierde la eficacia militar de su arma.

8ª.- Para la instrucción técnica de su Compañía de Ingenieros ha de tenerse siempre presente la misión que le está conferida a cada especialidad.

La perfecta conservación de las comunicaciones, cualquiera que sean su clase la rapidez y exactitud en las transmisiones constituyen la principal misión de las compañías de Telégrafos, para lograrlo se desvelarán sus capitanes y oficiales.

Las de Zapadores tienen por la presente dos misiones únicas que cumplir: construcción de caminos y fortificación de posiciones. A esta especialidad se encaminará exclusivamente el perfeccionamiento de su instrucción técnica sin dedicar a otro hombre alguno de los que constituyrn las referidas unidades.

9ª.- Aparte del servicio general de vigilancia que corresponde a las tropas de la Guardia Civil, tienen en este territorio una especial de seguridad en determinadas vías de comunicación, y aún cuando éstas de desarrollan dentro de nuestra zona pacificada, la idiosincrasia del enemigo, que se filtra, dígase así, a las largas distancias, les obliga a un cuidado y exactitud en el servicio que nunca resultaría extremada. El Capitán de la Compañía y el Comandante de línea son responsables del exacto cumplimiento de tales deberes que han de mantenerse diariamente con el mismo rigor.

10ª.- Los Oficiales Médicos Comandantes de unidades sanitarias han de tener todo el material de curación y transportes de heridos y enfermos en inmejorables condiciones, instruyendo el personal en forma que la asistencia y curación de heridos se realice con el mayor esmero para que se sirva de base a su completo y rápido restablecimiento. Asímismo los Oficiales médicos de las diversas unidades combatientes me serán responsables de que el material sanitario para operaciones esté siempre en perfecto estado y el person al instruido, solicitando los primeros Jefes de los mismos los elementos que consideren necesarios.

11ª.- Los Oficiales de Intendencia han de recordar siempre su importante misión, no echando en olvido que las operaciones se paralizan sin sus servicios, si no se verifica de tal suerte que todo esté bien dispuesto y previsto para la existencia de las tropas, que han de cumplirse con gran rapidez, tanto su abastecimiento como la entrega del material de campamento, teniendo, además, en cuenta que la falta de agua existente en la mayor parte de este territorio exigen a la Intendencia su suministro, y para lo cual debe teneer cuidado y previsto la forma de realizarlo, esforzándose constantemente, para que en ningún periodo de operaciones falte tan indispensable elemento para hombres y caballois en tiempo oportuno.

12ª.- En los Parques de Municiones deberá haber siempre exceso de las de Artillería e Infantería para las diferentes piezas que hayan de utilizarse de aquel arma y para fusil y ametralladoras de esta otra.

<>B13ª.- Al ingresar los individuos de tropa en los hospotales les serán entregada la camisa de hospital reglamentaria, recogiéndosele sus prendas y efectos que, previamente desinfectados en las estufas de desinfección, quedarán depositadas en los sacos individuales convenientemente roturados para almacenarlos en el Hospital hasta que hayan de ser devueltos a los interesados.

14ª.- Los profesores veterinarios cuidarán escrupulosamente el estado sanitario del ganado recabando o adoptando las nedidas necesarias y dedicando preferente atención a evitar las enfermedades infecto-contagiosas, singularmente el "muermo", que ha de combatirse con todo rigor, extremando las prácticas sanitarias dictadas para estos casos, tanto en lo que afecta a la maleinación (sic) y aislamiento, como en los concerniente a la destrucción de los efectos usados por animales que se compruebe están atacados de dicha enfermedad, los cuales han de ser sacrificados.

15ª.- En cuanto a las tropas de Regulares no necesito recordar a sus Jefes y Oficiales la interesante misión que están llamados a realizar en los combates, constituyendo el núcleo avanzado de verdaderas tropas de asalto, dedicando el mayor tiempo a la instrucción de los infantes y ginetes (sic) para el combate, restando, si es necesario, lecciones al orden cerrado, para dedicarlo a la enseñanza del combate dentro de la primera idiosincrasia especial de los mismos, hasta conseguir que su impulso sea irresistible al enemigo, dentro de los límites que la prudencia del mando aconseja.

16ª.- Verdadera devoción y fe ciega me han inspirado constantemente las tropas de Policía Indígena. No dudando un momento que la labor de preparación, pacificación y de penetración que a ellas confío, será realizada por los Oficiales y Capitanes de Mías, con la abnegación de sacrificios de que tantas pruebas tiene dadas bajo la dirección inteligente del Jefe de las mismas y Comandantes de sectores, logrando con las iniciastivas que la situación política aconseje la atracción del mayor número de kábilas.

17ª.- Ha de procurarse en todo momento que el reposo de la tropa tenga lugar en condiciones adeciuadas para que el descanso corporal sea efectivo y para ello tratarán los cuerpos el medio para dotar a sus individuos de sacos-colchonetas, que llevarán consigo los individuos, y se rellenen de paja o esparto al instalarse en las posiciones, utilizándolo como jergón.

18ª.- El pan que se suminsitre a la tropa debe ser recibido por ésta el mismo día de ser elaborado y a fin de conseguirlo estudiará Intendencia y propondrá con toda urgencia las posiciones en que deban ser instalados los hornos necesarios.

19ª.- Las fuerzas que escoltan los convoyes procurarán en sus tránsitos por los caminos limpiarlos de los cantos y rellenar los baches que se produzcan a fin de dejar expeditos en todo momento el libre tránsito por ellos de carruajes.

20ª.- Se observarán con toda exactitud las prevenciones dictadas para la organización y servicio de convoyes como para el tránsito entre possiciones.

El Comandante General

Manuel Fernández Silvestre, rubricado.

Es copia.

El Coronel Jefe de E.M.

Gerardo Sánchez-Monje, rubricado.

Vº Bº

El Comandante General

Cavalcanti, rubricado.