AHN. TS-R. Expediente 50.2. Folios 292 a 293 vuelto.

Al margen: Segunda declaración del testigo, teniente coronel don Saturio García Esteban.

Al centro: En Melill, a veintidos de agosto de mil novecientos veintiuno, ante el Señor General Instructor y el infrasesrito Secretario, compareció el testigo Don Saturio García Esteban, teniente coronel del Regimiento de Infantería de África, quien solicitó juntar nueva declaración y habiendo accedido a ello el Señor General Instructor, le advirtió la obligación que tiene de ser veraz y las penas señaladas al reo de falso testimonio y enterado de ellas y después de prestar juramento según su clase se le dió lectura de su anterior declaración que figura al folio doscientos dos al doscientos trece de esta información.

PREGUNTADO si se afirma en su contenido o si tiene algo de añadir o rectificar en la misma, dijo que se afirma en ella con las rectificaciones siguientes: que la posición de Telatza, además de estar en una llanura, ofrecía una rápida pendien te; que la construcción de su parapeto, que dijo era de adoves, era en realidad de piedra, con barro y en su remate de adoves, así como también las cúpulas de los garitones y además de las dos puertas principales de entrada, en la parte Este, había otra pequeña puerta en la parte Norte, con al vigilancia consiguiente, y además del depósito de agua potable de que ha hecho manifestación, existía la aguada a quinientos metros, en la margen derecha del río Gan, que era de agua salada, donde iba a abrevar todo el ganado.

Omitió involuntariamente que al marcharse de su Capitán de Policía de la novena Mía, además de los sargentos, cabo y moros que le acompañaban a reconcentrarse en el Zoko, iba con él asimismo el teniente médico Palacios y el alférez San Martín, también de la Mia. La batería de posición era de cuatro piezas, que dijo era de calibre siete y medio, y lo era realmente de nueve centímetros, en sistema Krupp.

PREGUNTADO que precise su intervención en la capitulación de Reyen de Guerrao a que hace referencia en su declaración, dijo que sin intervenir directamente en ella tuvo conocimiento de lo que se trataba después que los oficiales convinieron en reunir la cantidad necesaria para el rescate y que por su parte asintió por considerar muy laudable el fin que se perseguía.

PREGUNTADO si puede manifestar cual fuera a su cálculo la fuerza rebelde levantada que atacara el Zoko y posiciones de él dependientes, dijo que así por las confidencias recibidas del capitán Alonso, como por lo que el propio testigo pudo abservar, calcula que venian unos dos mil hombres, suponiendo que los que atacaban a Loma Redonda, Sidi Ali y Ben-Hidur eran beni-buyagenís nómadas, por venir de las llanuras próximas del Guerrao y Metalzas y del valle de Ain-Zora.

PREGUNTADO si puede clacular el número de los que acometieron en el cuadrilátero a la columna en retirada, al entrar en el puerto de Bu-Dris, dijo que supone que sería la misma gente que atacó a las posiciones, que se corrió por la loma de Ben-Hidur, por la izquierda, a los que se unieron en dicho punto por la derecha los de Tazarut.

PREGUNTADO si tiene algo más que añadir, dijo que no, que lo expuesto es la verdad, en descargo del juramento prestado y leida que lo fue su declaración, se afirmó y ratificó en ella, firmándola con el Señor General Instructor, de lo que certifico.

Saturio García (Rubricado.)
Juan Picasso (Rubricado.)
Juan Martínez de la Vega (Rubricado.)