AHN. TS-R. Expediente 50.2. Folios 266 a 273.

Al margen: Declaración del testigo, coronel D. Gerardo Sánchez-Monje y Llanos.

Al centro: En Melilla, a 21 del mes de agosto de 1921, ante el señor general de División, juez instructor, y el secretario autorizante, compareció, previa citación, el testigo anotado al margen, a quien se le advirtió de la obligación que tiene de ser veraz y de las penas señaladas al reo de falso testimonio, enterado de las cuales y después de prestar juramento con arreglo a su clase, fue:

PREGUNTADO por las generales de la ley, dijo llamarse D. Gerardo Sánchez-Monje y LLanos, ser coronel jefe de Estado Mayor de esta Comandancia general, mayor de edad y de estado casado.

PREGUNTADO por la situación política y militar del territorio antes de la toma de Abarrán, y circunstancias que han preparado, a su juicio, o determinado el alzamiento del campo, dijo que la situación política del territorio ocupado era buena, como de costumbre. En cuanto a la situación militar, la desproporción existente entre los efectivos asignados a esa Comandancia general y la gran extensión del territorio ocupado, hacía que la dominación por las armas no fuese efectiva. La propaganda hecha por Abd-el-Krim, con el mayor de los secretos, cerca de las cabilas sometidas, creó un ambiente especial, apto para que se desarrollase la hostilidad ante un fracaso de nuestras armas. La pérdida de Abarrán fue el preludio de ese ambiente de hostilidad que culminó con la pérdida de Igueriben y la evacuación de Annual.

PREGUNTADO por los planes de operaciones y relación que, a su juicio, existiera entre éstos y los elementos disponibles, dijo que el plan de operaciones proyectado a últimos de mayo era obtener la sumisión de la cabila de Beni-Tuzin, mediante la ocupación de posiciones en Beni-Melul y Azib-el-Midao. La operación, que dió por resultado la ocupación de Abarrán, se proyectó y ordenó directamente por el Comandante general al comandante de Policía jefe del sector del Kert. La escasez de fuerzas y elementos antes citada aconsejaban en todo instante consolidar lo ocupado, sin tratar de realizar nuevos avances, a fin de no rebasar el límite de elasticidad de las fuerzas disponibles, y en ese sentido informó siempre este Estado Mayor al Comandante general.

PREGUNTADO por la ocupación y pérdida consecutiva de la posición de Abarrán, y motivos a que fue debida y consecuencias que determinara, dijo que la labor política desarrollada por la Oficina indígena cerca de los habitantes de Tensaman dió por resultado la petición, por parte de éstos, de que se estableciesen en su territorio posiciones que la protegiera de probables represalias de la irreductible cabila de Beni-Urriaguel. Ocupado Abarrán sin resistencia, y retirada la columna que efectuó la operación, comenzó el ataque enemigo, que, repetido una y otra vez, hizo vacilar a la harka amiga, que en su defección arrastró a los habitantes de Tensaman, los cuales, haciendo causa común con aquella, provocaron la irrupción del enemigo en la posición, la muerte a los oficiales y la pérdida de la posición. Obligada Tensaman por los Beni-Urriaguel, sus habitantes engrosaron las huestes contrarias, naturalmente.

PREGUNTADO por los antecedentes que existieran de la concentración de núcleos enemigos de importancia ante nuestro frente ofensivo y medidas que en su vista se adoptaron en previsión de sucesos contingentes, dijo que la pérdida de Abarrán y, consiguientemente, del material de guerra, víveres y demás elementos en ella acumulados, originó, a no dudarlo, una gran efesvercencia en las cabilas insumisas. El botín, recorriendo los zocos, reavivó el instinto de rapiña, innato en el moro, y la esperanza de otro más rico hizo engrosar los núcleos rebeldes, que, aumentando de día en día ante Annual, presentáronse al fin compactos y organizados. Estos núcleos eran frecuentemente cañoneados por las baterías de Annual y Buij-Meyan. A fin de proteger la línea de comunicaciones de Annual con Ben-Tuib, su base de aprovisionamiento, y evitar la incursión de rebeldes por entre Sidi-Dris y Annual, se ocuparon y fortificaron las posiciones de Igueriben, "A, "B" y Talilit, respectivamente. Sobre este punto se pueden encontrar más detalles en la carpeta de confidencias del mes de julio, que existe en la Comandancia general.

PREGUNTADO por el establecimiento de la posición de Igueriben, su objeto, su situación militar y medios de defensa y de conexión, dijo que la posición de Igueriben se ocupó con el fin de hacer frente a la actitud hostil de Beni-Tasen, que, a partir de la pérdida de Abarrán, se puso decididamente en contra nuestra, a fin de garantizar nuestras líneas de comunicaciones (Izummar-Annual) contra una posible incursión de la harka enemiga y hacer más efectiva nuestra acción en Beni-Tusin. Satisfacía la mayor parte de las condiciones exigidas a una buena posición militar y conjugaba su acción con las de Izummar, Anual y Buimeyan. Quedó perfectamente fortificada y guarnecida por dos compañías de fusiles, una de ametralladoras y una batería ligera.

PREGUNTADO por la constitución de las líneas de vanguardia, posiciones de apoyo y enlace, bases de abastecimiento, columnas de protección y reserva - posición Annual, su capacidad defensiva y elementos de residencia -, dijo que la línea de vanguardia estaba constituida por diversas posiciones pertenecientes a las circunscripciones de Annual, Dríus y Telatza, que, según consta al testigo, figuran detalladas en un oficio dirigido al Juzgado por la Comandancia general con fecha 16 de agosto, y que las de apoyo eran Annual, en la circunscripción de este nombre; Dríus y Cheifs, en la de Dríus, y Telatza, en la circunscripción de este título. También Kandussi estaba considerada como posición de apoyo por contar, de igual modo que las anteriores, con una columna móvil.

Por lo que respecta a las bases de abastecimientos, estaban constituidos por los depósitos de acumulación de Tistutin, Drius, Annual, y por los depósitos secundarios de Nador, Zeluán, Monte Arrui, Avanzamiento, Quebdani, Telatza y Ben-Tieb.

Por lo que se refiere a la capacidad defensiva de la posición de Annual, puede decir que estaba constituida la posición por tres mogotes formando un triángulo rectángulo, con descanso suave hacia el interior; el conjunto la daba aptitud para contener cinco o seis mil hombres con todos sus elementos. Los elementos de resistencia, en cuanto a las obras, consistían en alambradas y parapeto en cada uno de los tres mogotes: dos reductos avanzados en el campamento de Regulares; lunetas entre la posición de Ceriñola y el de Regulares. Estas obras fueron dirigidas por el teniente coronel de África D. Ricardo Fernández Tamarit y el comandante Alzaragay, de Ingenieros.

La aguada se hallaba al pie del poblado y a una distancia de 400 metros del campamento. El día 22 de agosto (¿julio? Nota nuestra) contaba con víveres para cinco días, constituyendo las municiones 200.000 cartuchos, en depósitos, de fusil, y 600 disparos de cañón aproximadamente al comenzar el dia 22.

PREGUNTADO acerca de los mandos, quiénes los ejercían en las posiciones y columnas y órdenes que tuviera, consideradas en su conjunto, dijo que respecto a este particular se dió una extensa orden general en 2 de mayo de 1920, donde quedan puntualizados con todo detalle, y a la cual se remite el testigo.

PREGUNTADO si la obligación que tenían los coroneles jefes de las circunscripciones de residir en ellas, viniendo a la plaza diez días en cada mes, se mantenía en vigor y en qué forma se cumplía, dijo que, aun cuando oficialmente no existe ninguna orden que modifique el artículo 19 de las antes citadas, en que precisamente se halla contenido lo que se le pregunta, es cierto que en la práctica no se exigía con todo vigor que los coroneles jefes de las circunscripciones permaneciesen en ellas, pues los citados coroneles excedían el límite de su permanencia en la plaza, con conocimiento del Comandante general.

PREGUNTADO acerca del asedio y pérdida de Igueriben y Annual y caída del frente, línea indicada de evacuación, disposiciones que en su vista fuesen adoptadas, ya para reforzar el frente, para proteger la retirada o para constituir líneas de defensa sobre las cuales hacer el repliegue, en último término proteger la plaza, dijo que el día 17 la harka enemiga, concentrada en Amesauro, atacó la línea Igueriben-Buimeyan-Annual, intentando apoderarse de Igueriben. Para descongestionar el frente salió de Annual la columna indígena, consiguiendo su propósito y transportando a Igueriben un convoy de víveres y municiones, dejando en la posición el ganado que transportó el convoy, a fin de evitar bajas en el repliegue. 

Durante el ataque a Igueriben en la noche del 17, fueron muertos 65 mulos de los que en ella quedaron. El 18 se efectuó desde Annual la descubierta y servicio sin novedad. En la madrugada del 19 fueron atacados Annual e Igueriben, cercando el enemigo esta posición; y ante la petición de municiones y agua hecha por Igueriben, trató de llevárseles convoy, que no pudo llegar a pesar de ir fuertemente protegido. El 20 transcurrió el día sin novedad; no obstante, no se efectuó el convoy a Igueriben, pues el enemigo continuaba cercando dicha posición en forma que el general segundo jefe, presente en Annual, indicó el temor de no poder efectuarlo, proponiendo éste realizarlo el 21 a primera hora. El 20, y para proteger la comunicación con Izumar, se estableció la posición "C". 

En vista de la expuesto, el Comandante general salió para Annual a primera hora del día 21, recogiendo a su paso por Dríus el regimiento de Caballería de Alcántara, y en Ben-Tieb el tabor de Regulares allí presente. Con estas fuerzas se proponía amenazar el flanco izquierdo del enemigo hacia Talilit para facilitar la acción de la columna de socorro. Realizada la operación el 21, fracasó el plan, a pesar de operar con la totalidad de las fuerzas disponibles en el territorio, por lo que el Comandante general ordenó la evacuación de Igueriben. En este día la situación en esta parte del frente era tan crítica, que el Comandante general desconfiaba poder salir de ella por tener cortadas las comunicaciones, no cesando las posiciones inmediatas de pedir auxilio. 

Respecto a la pérdida de Annual y caída del frente solo existe un antecedente, según el cual, el Comandante general, desde Annual, participaba a las diez y cincuenta y cinco minutos que en aquel momento ordenaba la retirada sobre Izumar y Beni-Tieb. Había dos líneas de evacuación: la de Igueriben, hacia Annual, por el camino que sigue el barranco que nace en Igueriben y tenmina en Annual; el de Annual, que era el camino a Tieb por Izumar. Ignora el testigo las disposiciones que se dieron para el repliegue; 

y en cuanto a las adoptadas para proteger la plaza, puede manifestar que el día 23, por iniciativa del jefe de Estado Mayor, se reunió la Junta de los jefes de Cuerpo para tomar acuerdos, que se consignaron en acta.

PREGUNTADO por la actuación del general Navarro, elementos de que disponía y reuniera bajo su mando y con cuáles otros quedó la plaza para su seguridad y defensa, etapas de la retirada de dicho general y cooperación que otros núcleos de fuerza pudieran haberle prestado y puntos que debieran haberle servido de apoyo en su repliegue, dijo que el general Navarro llegó a Drius, procedente de la plaza, el día 22, a las diez y siete y treinta minutos, encontrándose en Dríus los restos de las guarniciones de Annual y posiciones intermedias, que dedicó a reorganizar. 

En la noche de este día comunicó dicho general por telégrafo que las posiciones de Cheif Azi-de-Mizar, Buhafora, Tafersit e Isen-Lazan no podrían resistir, a su juicio, el empuje de la harka. Que la moral de las tropas a sus órdenes estaba tan deprimida, que era comprometido operar, y que sólo la llegada inmediata de refuerzospodría salvar la situación, estimando conveniente efectuar una retirada sobre Batel y ordenando al mismo tiempo el repliegue sobre Cheif de las posiciones antes citadas, para desde aquí cortar el zoco de Telatza, y hacerlo, por último, caso preciso, sobre Monte Arruí, y que se proponía emprender la retirada al día siguiente, 23. 

El general Navarro, en la mañana del 23, debió recibir un telegrama del Alto Comisario, ordenándole, a ser posible, conservase la línea Quebdani-Kandussi-Dríus-Telaka. Así se desprende de un telegrama de Tetuán del jefe de Estado Mayor del Ejército al jefe de Estado Mayor de esta Comandancia. El 23, después del mediodía, emprendió la retirada a Batel, donde quedó en la noche de este día, ignorándose las sucesivas etapas. 

Los elementos que quedaron en la plaza para su seguridad y defensa no fueron otros que los destinos de Cuerpo y plaza de los distintos Cuerpos de la guarnición. Respecto a la cooperación que estos núcleos de fuerza pudieran haberle prestado y puntos que debieran haberle servido de apoyo en su repliegue, estima el testigo que las posiciones de Hamman, Uestra, Ichtiven, Dar-Azugaj, con sus guarniciones, eran los únicos núcleos que pudieran haber apoyado la retirada sobre Batel, siendo estas posiciones los únicos puntos de apoyo en su repliegue.

PREGUNTADO qué le consta sobre el último repliegue de la columna Navarro sobre Monte Arruí, dijo que por haber llegado el Alto Comisario en la noche del 24 y asumido el mando, ignora oficialmente todo lo acaecido hasta la entrada en Monte Arruí.

PREGUNTADO por la pérdida de las restantes posiciones, según la apreciación técnica del testigo, basadas en las noticias oficiales que a su conocimiento llegaran, dijo que sin tener noticias oficiales por la completa interrupción de las comunicaciones que existían no es posible precisar los hechos de una manera clara; pero, como es notorio, el resultado visto de la rapidez con que se evacuaron todas las posiciones hace creer al testigo que éstas fueron mantenidas por escasísimo tiempo, y, por tanto, evacuadas con precipitación, como lo demuestra el hecho de haber quedado en poder del enemigo armamento y municiones, llegando solamente algunos disparos a la plaza, sin ningún núcleo de importancia. 

PREGUNTADO por la evacuación de Sidi-Dris y Afrau, dijo que dispuso la evacuación el Alto Comisario, efectuándose al amparo de los buques de guerra fondeados frente a estas posiciones.

PREGUNTADO si puede precisar el número de hombres con que contara la noche del 23 la plaza para su defensa, dijo que reuniendo todo lo que en la plaza había de servicios locales, como compañía de Mar, Guardia civil, Sección ciclista, etc., y destinos de plaza y Cuerpo, llegaría a reunir unos 3.000 hombres de fuerzas completamente heterogéneas, a favor de las cuales se tomaron aquellas disposiciones más perentorias, principalmente encaminar a tranquilizar la alarma de la población, que se hallaba poseída de pánico.

En tal estado, el señor general instructor dió por terminada la declaración, que leí yo, el secretario, por haber renunciado el testigo a hacerlo por sí mismo, afirmándose y ratificándose en ella en virtud del juramento prestado y firmándola con el señor juez, de lo que certifico.-

Gerardo Sánchez-Monge y Llanos.
Juan Picasso.
Juan Martínez de la Vega. (Rubricado.)