AHN. TS-R. Expediente 50.10. Folios 2187 a 2201.
Don Juan Picasso González, general de División, juez instructor de la presente información, tiene el honor de exponer a V.E., como resumen de las actuaciones, lo siguiente:
Consecuencias del fracaso de Abarran.- El fracaso de Abarrán hubo de producir en el
territorio, así en el campo enemigo como en la zona sometida, sus
naturales e inmediatas consecuencias, que, aunque previstas y
descontadas por cuantos fríamente consideraban lo deleznable de la
situación creada, no pudo, empero, ser medida en toda la inmensa
trascendencia que la realidad aparejara.
Varias opiniones personales atinentes al hecho.- Como reflejo de las impresiones predominantes en el territorio acerca de la situación y que prepararan para el conocimiento de los sucesos materia de esta información, pueden citarse las manifestaciones, entre otras, del teniente coronel de Artillería Gay - folio 1.086 vuelto -, en que declara que después de Abarrán todas las opiniones estaban de acuerdo en lo que fatalmente había de sobrevivir, dada la existencia de enemigos y las condiciones del camino y distancia del avance efectuado; que siempre creyó, y era parecer bastante extendido entre la oficialidad del territorio, que la organización era para "tiempo de paz", y que en guerra, con enemigo numeroso y enérgico, era de temer un desastre; mas como todas las operaciones presenciadas por el declarante habían sido coronadas hasta entonces por el mejor éxito, dándose el caso insólito de no haber ocurrido la menor agresión, tenía que creer eran infundadas sus alarmas. De todos modos, inmediatamente perdido Abarrán, y visto que, en realidad, había enemigo concentrado en los montes comarcanos, consideró imposible a todo punto volver a dicha posición.
Figura al folio 1.320 un
fragmento de la carta del teniente de Artillería D. Ernesto Nougués,
fechada en Annual el 12 de julio, que da también idea del estado de
cosas alcanzado, por cuanto asevera que los avances demasiado
rápidos, sin consolidar bien lo ocupado, habían determinado una
situación bastante difícil, siendo raro el día que no tenían que
tirar, y como existía delante una harka numerosa y hasta organizada,
no creía posible dar un paso que no fuera en firme, pues otro
desastre como el de Abarrán lo juzgaba horroroso. "Hemos
atravesado por unos días tristísimos, de enorme depresión moral:
se desconfiaba de las fuerzas indígenas, se hablaba de una
insurrección del territorio; nos encontrábamos impotentes, faltos
de elementos ...; sucedió lo que tenía que suceder: que mientras la
cosa iba bien, nadie se preocupó de deficiencias; pero cuando han
venido los palos, se ha visto que estábamos haciendo equilibrios, y
eso no puede ser."
El capitán de las tropas de
Policía González Longoria dice en su declaración - al folio 492 -
que, si bien con respecto al campo enemigo, como actuación exterior
a su cabila, no tenía noticias directas, sabe, entre otros
particulares que consigna, que Tensaman no se manifestaba propicia a
la ocupación, y Beni-Iluxech "estaba más bien ocupada que
sometida"; y corroborando tan esencial para la existencia
entonces de nuestro frente avanzado, dice el coronel Riquelme, jefe
actual de la Subinspección de las Tropas y Asuntos indígenas del
territorio - folio 1.778 vuelto -, en relación a sus temores,
manifestados en cuanto al avance sobre el Neckor sin adecuada
preparación, que eran de esperar los peligros de una rebelión de
Beni-Ulixech , en la cual estaban las posiciones de Buymeyan -
en terreno de Tensaman, Annual, Izumar y Yebel Uddia - "dada la
poca consolidación de la acción política en la misma cabila de
Beni-Ulixech, como se podía observar en la actitud de desvío de los
habitantes que rodeaban a las posiciones allí enclavadas y los
incidentes que surgían entre la Policía y los poblados, a la vez
que algunos tiroteos nocturnos a Annual".
Propaganda sediciosa. Síntomas precursores de la situación del campo.- Tal era el
estado proponderante que de atrás venía formándose; el fracaso
de Abarrán desencadenó los sucesos que se incubaban
con despreocupación del Mando.
El capitán de Policía
Alonso dice en el parte a la Oficina Central indígena de las operaciones
de su mía - folio 867 - que desde la desgraciada expugnación por el
enemigo de la posición precitada, se recrudeció grandemente la agitación
en la zona no sometida, pregonándose constantemente la
formación de harkas, compra de armamento y municiones, y que se
preparaban para la lucha de las cabilas de Gueznaya y Beni-Tuzin, que
estaban en relaciones con las sometidas de Midar, Tefersit, Beni-Ulixech
y M´Talza. En declaración prestada por dicho capitán - folio 223 -
ratifica dicha especie, agregando que después de la caída de
Abarrán, Abd-el-Krim había escrito a los jefes de cabila de la zona
no ocupada y de la ocupada antes enumerada, diciéndoles que se
preparasen , que él atacaría a nuestras tropas y posiciones de
frente, y que las demás las atacasen por retaguardia para cortar las
comunicaciones.
Por su parte, el teniente
coronel de Infantería Fernández Tamarit, merecedor de mejor
crédito por su activa intervención en las operaciones de tiempo
atrás realizadas, y conocedor del territorio, dice, en su
declaración del folio 1.203, comentando las medidas que, a su tiempo
hubiesen podido ser adoptadas en Drius, para contrarrestar la
situación producida por la caída del frente, que tal vez hubieran
variado el aspecto de las cosas, pero no remediado la inevitable
consumación de los hechos ante el levantamiento de las cabilas, que,
aunque se decían sometidas, conservaba, sin embargo, armamento en
abundancia; agregando que "la actitud de las cabilas no ha
sorprendido al declarante; lo que si ha llamado su atención es la
simultaneidad en el alzamiento, que demuestra estaba preparado para
cuando hubiera ocasión propicia". En los avances no se había
consolidado nada: se vivía porque los moros de las cabilas lo
toleraban, y además, los mismos moros que se decían recientemente
sometidos, sabían de nuestra eficacia militar lo suficiente, ya que
en todas las operaciones la política dejaba en tercer lugar a las
fuerzas europeas, en el segundo a las indígenas auxiliares, y
confiaba el puesto de vanguadia al "Banco de España".
Aún los moros a quienes
realmente conviniera estar a nuestro lado, tenían que abandonarnos
al vernos incapaces de defenderlos contra los otros, y el natural
instinto de rapacidad de los indígenas bastaba por sí solo para
determinar el que los de Nador y Sengangan, por ejemplo, saquearan
estas poblaciones en evitación de que luego llegaran los demás y lo
hicieran en su provecho ...", circunstancia que puede explicar
la rápida propagación del movimiento insurreccional de tiempo
abrigado. Si bien en en contraste de opiniones por algunos se
pretende no existía tal acuerdo clandestino, del relato de hechos
sueltos, desligados, insignificantes en sí, y al parecer inconexos,
referidos por numerosos testigos avecindados en el país, colonos,
empleados, religiosos de la Misión y otros, se aprecia bien que
existía un estado latente de inquietud, un aire de revuelta, fruto
indudable de la secreta inteligencia de los naturales de la zona
sometida con los de la rebelde, si bien en el momento de su
explosión hubiese de determinarlo la oportunidad, y el mismo
derrumbamiento de nuestras líneas y puestos de la moral de las
tropas, y su huída, como resorte impulsivo, lo precipitase y
extendiese a límites de gravedad no medidos por los más pesimistas
en el juicio de la inseguridad y compromiso de nuestra situación.
Actividad de la propaganda
insurgente.-
"Activa propaganda - dice el coronel Riquelme
al folio 1.780, al informar sobre los motivos de la hostilidad de las
cabilas - indudablemente venían realizando los elementos rebeldes de
fuera, apoyados en un núcleo de fanáticos y descontentos; propaganda
que se mantenía oculta en espera de un éxito de la harka sobre
nuestra línea avanzada, en donde se acumulaba una gran parte de
elementos de guerra, favorecida, por lo demás, por la poca
estabilidad de nuestra influencia en los mayores avances de diciembre
de 1920 - Beni Said -y meses sucesivos- Beni Ulixech y parte
fronteriza de Tensaman- en las cábilas últimamente ocupadas,
verdaderamente prendida con alfileres - sic - que hacía tenerlos
como un valor de amenaza, en vez de constituir un apoyo; siendo
natural que la menor síntoma desfavorable trataran de ayudar a los
de fuera para librarse de nosotros", como agrega más adelante -
folio 1.783 - en cuanto a la inducción a la rebeldía, que los
indígenas de la zona ocupada venían siendo ya objeto de propaganda
por parte de agentes de la harka, utilizando cartas y recados de los
jefes rebeldes, incitándoles a agruparse para efectuar un
levantamiento cuando la harka lograse un triunfo militar sobre las
tropas; siendo incentivo favorable de tales inducciones en los
cabileños la perspectiva de un rico botín y de apoderarse de
numerosas armas, que tanto les atrae; aparte de la idiosincrasia
musulmana que conserva siempre la esperanza de librar su país de la
dominación extraña; que si bien tiene el aspecto de Protectorado,
le resulta en la práctica una conquista; por más que otras, no
participantes de este espíritu, como Kebadna y Sidi-Sicar, luego de
la evacuación, y viéndose abandonadas de nuestra protección
efectiva, hubieran de sumarse al levantamiento.
Dice asimismo el capitán de
Policía Fortea, con percepción de estos síntomas sediciosos, al
folio 469 vuelto, que encontrándose en Dar-Buimeyan prestando
eventualmente servicio, recibió orden de trasladarse con la fuerza
de su 13° mía a la cabecera de Dar Mizian - en Beni Ulixech - para
normalizar el estado de las cábilas, que parecía estaba en
relaciones, así como la de Beni Said, con las del territorio no
ocupado ..., que como el declarante no conocía bien aún su
demarcación, lo primero que hizo al llegar fue orientarse,
averiguando que, en efecto, existían relaciones con la zona no
ocupada, y que de ella habían pasado cartas, así a su cabila como a
Beni Said, y aunque el ambiente era más bien de desconfianza, el
testigo lo atribuyó a ser territorio de reciente ocupación.
A su vez, el coronel jefe de
Estado Mayor de la Comandancia general, Sánchez Monge, reconoce -
folio 266 vuelto - que la propaganda hecha por Abd-el-Krim, con el
mayor secreto, cerca de las cabilas sometidas creó un ambiente muy
apto para que se desarrollara la hostilidad ante un fracaso de
nuestras armas, y que la pérdida de Abarrán fue el preludio de esa
declaración de hostilidad, que culminó con la pérdida de Igueriben
y la evacuación de Annual.
Límite de elasticidad
atribuído a nuestros recursos militares.-
Indicado queda que, de
manera general, se había considerado como límite razonable de
capacidad de nuestros recursos militares por entonces la ocupación
alcanzada en el confín de Tensaman del frente defensivo de Sidi Dris-Talilit-Buimeyan-Annual-Izubar,
como la necesidad de afirmar dicha situación sin aventurarse en
nuevos intentos a expensas y riesgo del desguarnecimiento del
inseguro territorio de retaguardia; que, como expresa el coronel de
Estado Mayor Sánchez Monge, al folio 276, la desproporción
existente entre las fuerzas de la Comandancia general y la gran
extensión del territorio ocupado, hacía que la
dominación por
las armas no fuese efectiva
; mas tales prudentes observaciones no
parecían entrar en la consideración del Mando, firme, a su pesar,
en el propósito de expansión.
Repercusión política del
suceso de Abarrán.-
El descalabro de Abarrán, en conformidad a
lo depuesto por el coronel Riquelme - folio 1.779 vuelto -, tuvo, en
el aspecto político, una repercusión muy desfavorable para nuestro
prestigio, que determinó, ciertamente, el incremento de la fuerza
moral de los elementos rebeldes y condujo al aumento de su
contingente, y a ganar terreno en la zona a que la acción política
por entonces alcanzaba, con la depresión moral consiguiente en el
partido adicto, incapaz, desde ese momento, de continuar laborando
por nuestra causa; aparte de la serie de castigos que sufrieron los
tildados de adhesión a España, así como en el territorio ocupado,
seguramente alentó la esperanza de liberación y produjo una
percepción clara del decaimiento de nuestra fuerza como consecuencia
de la pérdida total de una posición con artillería, cosa que era
la primera vez que ocurría en el territorio, revés que, cual
indicado queda, hubo de paralizar la acción ofensiva en Tensaman y
aprestar la defensiva apresuradamente en Beni Ulixech.
Núcleos rebeldes
preexistentes.- Incremento de la harka enemiga.-
Reconoce el
teniente coronel de Estado Mayor Dávila - folio 1.285 - que en todo
tiempo había habido núcleos de harkas que, constituidos por
indígenas de las cabilas inmediatas a la línea de contacto,
situaban a la inmediación de ella, no siendo por ello de extrañar
la existencia de la de Beni Urriaguel, que, apostada en Trugut, al
ocuparse Sidi Dris - marzo de 1921 -, no llegó a hacer acto de
presencia, manteniéndose en la parte occidental de los montes de
Tensaman, asentada en Yebel Uisses, al sur de Tizi Yub. Esta harka
aumentó de importancia a consecuencia de la propaganda y
excitaciones de Mohan Abd el-Krim, y muy singularmente con la
defección del partido español que hacía años habíase organizado
en Axdir, en la zona costera de Alhucemas, sin que, no obstante aquel
aumento, llegara a rebasar el Amekran hasta después del hecho de
Abarrán.
Consecuencias de orden
militar de la caída de Abarrán.-
Mas el intento fracasado de
esta ocupación reconoce que hubo de crear una situación delicada
por sus inevitables derivaciones en orden a la actitud de las cabilas
y excitación del movimiento insurreccional a instigación del foco
mantenedor de la rebeldía, aduciendo a este respecto el coronel de
Artillería Massaller - folio 975-, abundando en la activa
preparación de los elementos insurgentes, que el hecho de Abarrán,
como otros posteriores, igualmente lamentables, puso de manifiesto la
existencia de un enemigo numeroso y bien armado, que se supo, y aún
se veía que se estaba educando a la europea, como también que
había aparecido un caudillo inteligente y conocedor de nuestro
Ejército y de nuestros recursos; "todo no fue momentáneo, y
sabe el declarante que, naturalmente, se apercibió el Alto Mando,
sin que por ello se atreviese a retroceder en su avance ..."
Enemigo a cuyo continente no se
concedió, con efecto, la atención debida, y de cuyo cambio de
táctica y procedimientos de combate, entre otros, da fe el teniente
coronel Nuñez de Prado, del Grupo de Regulares, al reconocer - folio
399 - que operaba de manera más compacta y subordinada que la que
hasta entonces había visto emplear al moro: hasta el extremo de
atacar en núcleos disciplinados y empleando frecuentemente el fuego
por descargas; así como - folio 396 vuelto - pudo observar gran
gasto de municiones y que empleaba el arbata, como denominan
los indígenas al fusil Lebel.
Dice también a este respecto
el capitán de Policía González Longoria - folio 493 - que tras los
primeros intentos de harka fué ésta engrosando, según se decía,
hasta alcanzar un contingente de 18.000 hombres bien armados de
Mauser y Lebel y municiones.
El comandante de Estado Mayor
Fernández - folio 812 vuelto - asienta que después de la caída de
Abarrán, posición que no se intentó recuperar, el enemigo cobró
ascendiente, y aunque con la lentitud con que suele producir sus
concentraciones, fue paulatinamente creando en el sector de Annual
una situación de vez en vez más peligrosa, que condujo a renunciar
el restablecimiento con la debida energía de la preponderancia de
nuestras fuerzas; como a raíz de Abarrán se había renunciado a
hacer convoy algunos días a Sidi Dris, como se dejó en manos del
enemigo, más adelante, la loma de los árboles, y sucesivamente dió
lugar a otras renunciaciones ante la actitud resuelta del mismo;
conjunto de sumisiones a su voluntad que entiende condujo a
quebrantar totalmente la moral de las tropas a partir del
contratiempo inicial de Abarrán. Después de este suceso, la harka
estableció su asiento en Amesauro, y, a su juicio, tanto en este
caso como en todos los análogos, hubiera sido preciso batirla para
restablecer la situación.
Todos estos síntomas, todos
estos hechos que se apuntan, que no fueron inopinados ni casuales,
sino que traían una larga elaboración, debieron y pudieron ser
conocidos por el Mando para servirle de saludable advertencia, para
amoldar su conjunto a las circunstancias y no precipitar los sucesos;
pues, como comenta el teniente médico D´Harcourt - folio 1.106
vuelto -, con referencia a una expansión íntima del coronel
Morales, de la Policía, la crítica ocasión del momento que
atravesaban, y a que se contrae el testigo, bien ... "acreditaba
la parsimonia con que debía precederse en asuntos de moros, y no con
la rapidez que quería el Comandante general".
Confidencias acerca de las
concentraciones e intentos del enemigo.-
No podía ciertamente
pasar inadvertido el estado de efervescencia del campo fronterizo y
las concentraciones que se efectuaban, y para acreditarlo bastaría
entresacar algunas de las confidencias que figuran a los folios 552 y
siguientes, a partir de la fecha desde que se recogen antecedentes,
pero que denotan anterior ilación:
mes de junio, número 7. El
Hach el Mohadden-Ahmed el Nuari manifiesta que aumenta la
propaganda en el Yub, Beni Said y Beni Ulixech para aumentar los
contingentes rebeldes ... Recomienda que se fortifiquen las
posiciones de dicha cabila (7 de junio).
núm. 8. Telegrama del
capitán de la 9° mía, manifestando que Abd el-Krim trabaja para
lograr reunir bajo su mando Iyarmaua, Beni Tuzin, Beni Urriaguel y
varias de Guernaya (7 de junio).
número 10. Telegrama del
capitán de la 9° mía, manifestando se intensifica la propaganda
en contra nuestra, cerca de las cabilas de M´Talza, Beni Ulixech
y Beni Said. Recomienda se vigile a los Kelatchas y Ulad Icho.
núm. 19. El general segundo
jefe comunica desde Annual que Abd el-Krim gestiona y fomenta
deserciones en la Policía (17 junio).
Número 34. Confidencia
indígenas manifiestan que la harka está indecisa entre avanzar
por Tizi-Aza a Beni Tuzin, o internarse en las cábilas de Beni
Ulixech y Beni Said, a las que animan por medio de numerosas
cartas ...
mes de julio, número 2.
Dicen que continúan la propaganda cerca de la Policía y
Regulares; que la harka se propone impedir los convoyes a Buimeyan
e Igueriben para obligar a abandonarlas por hambre y sed.
Núm. 5. Un confidente de
Beni Said dice que hay relaciones entre los de esta cabila y Beni
Ulixech con la harka para traicionarnos.
Núm. 17. Alhucemas
manifiesta que siguen los trabajos para aumentar los efectivos de
las harkas, no obstante asegurar se han reunido ya todos los
hombres útiles de Beni Urriaguel, Bocoya, Tensaman y Beni Tuzin,
asegurando unas confidencias que dicha reunión es para tomar
acuerdos pacíficos y otras para oponerse a un probable avance de
nuestras tropas (16 julio).
Recapitulando, y de acuerdo con
lo que consigna en su declaración el coronel Jefe de Estado Mayor
Sanchez Monge - folio 267 vuelto -, la pérdida de Abarrán y,
consiguientemente, del material de guerra y demás en la posición
acumulado, originó ciertamente una gran agitación en la cabilas
insumisas.
El botín, recorriendo los
zocos, reavicó el instinto de rapiña, innato en el moro, y la
esperanza de otro más copioso hizo engrosar los núcleos rebeldes,
que, aumentando de día en día ante Annual, presentáronse al fin
compactos y organizados. Corroborando la cual penosa impresión, dice
el teniente coronel de Estado Mayor Dávila - folio 1.289 vuelto -
que el fracaso de su ocupación se juzgó en el acto, que creaba una
muy delicada situación, que provocaría la defección de las cabilas,
previéndose complicaciones así en el orden público como en el
militar, que hubieron de aconsejar la adopción de determinadas
medidas en este último sentido, como serán objeto de oportuno
examen.
Primera manifestación del
Comandante general.-
La inmediata impresión que en el ánimo del
Comandante general sugiere el duro descalabro de Abarrán, en orden a
sus impacientes miras, es lamentarse, en primer término, en el
telegrama que en 4 de junio dirige al Alto Comisario - folio 559 -,
de que la pérdida de dicha posición "contraría de momento la
prosecución del plan a realizar sobre Kilates ..."; pero
que, dando origen a una situación delicada, había procedido a hacer
frente a ella sin perder momento, dando por de pronto orden de
suspender la operación en planta sobre Beni-Melul y adelantar
fuerzas a Annual. Este despacho no llega a manos de aquella autoridad
hasta el regreso de la conferencia que se celebra con el Comandante
general en aguas de Sidi Dris, según manifiesta en su carta de 8 de
junio.
Efectos inmediatos del
fracaso de Abarrán.-
Desde luego, el suceso, repercutiendo en la
comarca, había decidido la expectante y cautelosa vacilación de las
cabilas, determinando la adhesión de Beni Tuzin a Beni Urriaguel y
la completa defección del Tensaman; como era de esperar, el probable
arrastre de la de Beni Ulixech, y debía estarse a la expectativa de
la actitud que adoptase la de Beni Said, causa que obligaba a no
distraer por el momento fuerzas de las adscritas a sus órdenes;
dando todo fe de los acertados vaticinios del coronel de Policía
Morales, en su
informe
tantas veces citado de 16 de febrero
, de que un combate
simplemente reñido, que dificultase nuestra acción, pondría en
riesgo la seguridad de nuestros avances.
Ataque consecutivo a Sidi
Dris.-
Al ataque de Abarrán había seguido, en la madrugada del
día 2, el dirigido contra Sidi Dris, que, aunque de larga duración,
no parece fuera de gran intensidad, o sus buenas condiciones de
defensa en si lo pararan, a juzgar por el número de bajas sufridas y
el que no quedara interrumpida la comunicación con el mar, fácil de
cortar si el enemigo se lo hubiera propuesto, como confirmara,
desgraciadamente, el segundo de que más adelante fuera objeto. Esta
es, al menos, la impresión que el Alto Comisario transmite transmite
en su carta política de 8 de junio.
Medidas adoptadas por el
Mando.-
La resistencia de dicha posición, de una parte, como las
medidas que fueron adoptadas para hacer frente a las consecuencias
inmediatas que pudieran derivarse de los referidos sucesos, algo
contribuyó a aquietar los ánimos vacilantes de las cabilas no
arrastradas en el movimiento sedicioso, como en el mismo
telegrama del 4
se da cuenta; contraidas las expresadas medidas,
a más de la suspensión indicada de la proyectada operación sobre
Beni Melul y a la aproximación de fuerzas al sector amenazado de
Annual, a la ocupación del 3 de junio de Kasba el-Dar-Talilit, con
la mira de enlazar aquella posición con la de Sidi Dris e
intermedias "A" y "B", entre Tzayudart, Yebel
Uddia e Izumar, con el fin de asegurar más la difícil comunicación
de Dar Drius-Ben Tieb con Annual y la línea de posiciones de dicho
tramo del frente.
Actitud adoptada por el
enemigo en consecuencia.-
Las expresadas medidas, a tenor del
precitado telegrama, hubieron de desconcertar al enemigo, que fue a
concentrarse en los montes de Tensaman, y muy visiblemente en
Abarrán, sin que durante su avance, estancia en Talilit y repliegue
se separase de su estación; contribuyendo todo ello a desvanecer los
recelos despertados y haciendo reaccionar a la cabila de Beni Ulixech,
que recobró su tranquilidad, quedando mantenidos en adhesión los
poblados de Tensaman situados en la margen derecha y curso inferior
del Amekrán; a partir de Annual, sujeto de la posición ocupada;
contando por lo demás con la sumisión de Beni Said, que permitiría
disponer de fuerzas de las asignadas a su demarcación. Mas
reconócese en el mismo despacho que el auxilio indirecto intentado
dirigir a Sidi Dris en la ocasión de su ataque no pudo pasar del
amago, advertida como fue la presencia de fuertes núcleos de las
harkas en las estribaciones septentrional y occidental de Talilit.
En resumen de cuentas, el
Comandante general consideraba, en su conjunto, mejorada la
situación, aunque juzgándola todavía delicada, a causa de la
oposición de Beni Tuzin y desafección de Tensaman, y, en
consecuencia, conceptuaba necesario proceder
pausadamente al
desarrollo de toda la acción.
Rémora en el parte de los
sucesos.-
Pero no fue tarea fácil adquirir detalles de los
desgraciados sucesos de Abarrán, atento al cambio de comunicaciones
mediadas.
En
telegrama
de 1° de junio
- folio 7 - da cuenta al Ministerio el Alto
Comisario del recibo dicho día del que le hubiera dirigido el
Comandante general el 31 de mayo, anunciando la ocupación que
proyectaba de Abarrán para el siguiente día, cuya realización
satisfactoria la participaba y conocía dicha autoridad a la hora de
su despacho: 21:30 horas. El Alto Comisario, en el telegrama conocido
de fecha 2 - folio 1.500 -, expresa al Comandante general su
complacencia por el hecho, y a la vez inquiere los pormenores de que
se ha hecho mención relativos a las operaciones ulteriores a
realizar en Beni Melul.
En
telegrama
del día 2
- folio 18 -, que el Alto Comisario recibe y transmite
a las 22:15, el Comandante general comunica la pérdida consecutiva
de Abarrán, en término que la falta de comprobación le impide
formar aún juicio.
En
telegrama
de la 01:30 del 3 de junio
- folio 11-, el Alto Comisario dice al
Ministerio que el Comandante general aún no le ha comunicado detalle
del suceso de Abarrán, si bien anuncia dicha ampliación en el
momento de la transmisión al comunicar novedades del día,
consistentes en la agresión a la posición de Sidi Dris. Al fin, en
telegrama
de las 11:35 del 3
- folio 12 -, el Alto Comisario da cuenta del
asalto en regla dirigido contra Abarrán, con el método y concierto
reveladores de una acertada dirección, como del cambio de
procedimiento y preparación denunciado en antecedentes
declaraciones.
En el entretanto, el Ministro
de la Guerra carecía de noticias precisas de los sucesos ocurridos
en el territorio, y que dice en telegrama del 4 - folios 13
y 14
- que llegando a la Corte por diversos conductos sin confirmación o
réplica alarmaban a la opinión y mantenían al Gobierno en la
natural inquietud, reclamando por ello del Comandante general
pormenores directos de las acciones desarrolladas y derivaciones que
pudieran tener los hechos acaecidos. De ellos da noticia el Alto
Comisario en
telegrama
de las cuatro del 4
- folio 15 -, pero con referencia a las que
le facilitaba el comandante del cañonero "Laya", apostado
en Sidi Dris, del ataque a las posición en la madrugada del día 2,
sin que aquella autoridad las hubiese podido lograr del Comandante
general.
Al fin, en
telegrama
de las 12:30 del 4
, recibido a las 13:15 del día 5 - folio 16 -,
da cuenta el Alto Comisario de las ocupaciones de puestos de que
antes queda hecha referencia y comunica detalles de la defensa
vigorosa de Sidi Dris contra el prolongado ataque de que fuera
objeto, anunciando su propósito de salir para aguas de dicha
posición con objeto de conferenciar con el Comandante general, a fin
de recibir sus impresiones directas.
En
conferencia
telegráfica
entre el Ministro y el general segundo jefe de
Melilla de las 12:15 del día 5 - folio 17 -, se inquieren
reiteradamente noticias, que aún no son conocidas y sin que al
término de aquella hubiesen tampoco llegado.
En
telegrama
de las 13:25 del día 5
- folio 18 - acusa el Comandante general
recibo del telegrama del Ministro, y dice que acaba de celebrar
conferencia con el Alto Comisario:
éste transmitiría las
noticias reclamadas.
Nuevamente reclama el Ministro,
en
telegrama
del día 6
- folio 20 -, los detalles pertinentes a Abarrán, en
orden a la manifestación anterior de que le sería dado por aquel
regular conducto, al que da respuesta el Alto Comisario en el
suyo
a las 22:30 del mismo día 6
, sin agregar particularidad nueva
alguna a los manifestado por el general segundo jefe en su
conferencia telegráfica, a no ser las pérdidas materiales sufridas.
Por último, en
telegrama
del 7
- folio 23 - el Alto Comisario transmite a Guerra el del
Comandante general, participando que aun cuando las manifestaciones
de la mayor parte de los fugitivos de Abarrán coincidían en que la
pérdida de la posición debióse a la defección de la harka
auxiliar, no podía emitir opinión más concreta respecto a dicho
extremo hasta terminar la información que había mandado instruir en
averiguación de las causas, hechos y circunstancias que concurrieran
en la caída de la posición.
Restablecimiento de la
situación a juicio de la autoridades.-
Como resultado de la
antes dicha entrevista de Sidi Dris, en
telegrama
de las 19:50 del día 5
- folio 19 - dice el Alto Comisario al
Ministro de la Guerra que el Comandante general, despues de los
sucesos referidos, "
consideraba la situación restablecida en
el frente de Tensaman"
; pero que esta cabila está en total
defección; que la situación está algo oscura en Beni Taaban, de
Beni Tuzin, como en Tafersit, por donde amaga la harka de Azilazen,
empezando a mostrar desvíos Beni Tuzin; Tensaman, rebelde por
completo; pero que Beni Ulixech parecía seguir afecta, y permanecía
adicta Beni Said, estando las comunicaciones con el frente aseguradas
y sin que el golpe de Abarrán parezca haber repercutido en el
interior, salvo en Quelatcha.
En conjunto, la situación, a
juicio del Comandante general,
"es delicada y requiere
adoptar precauciones y proceder con cautela".
Por su parte,
el Alto Comisario advierte
"que no ve por el momento en la
situación nada alarmante".
Esta misma impresión la recoge
dicha autoridad en su
telegrama
del 6 a las 12:45
- folio 22 -, en que participa su regreso a
Tetuán, y expresa que "como noticias Prensa y particulares, por
su exageración, han podido causar inquietud, confirmando impresiones
optimistas comuniqué ayer a V.E.,
estimo puede considerarse
situación casi restablecida y que actualmente nada ofrece que pueda
considerar la menor alarma ni inquietud"
; y según
confidencialmente agrega en carta de 8 de junio, por la impresión
recogida de conversaciones mantenidas con el Comandante general, lo
ocurrido "constituye un lamentable contratiempo";
pero que el acierto de las medidas tomadas por el general Silvestre
esperan que aseguran la zona sometida a la muy probable reacción del
enemigo envalentonado.
Cubiertos los frentes de
Tensaman y de Beni Tuzin, como habían quedado, no creía hubiese de
temerse nada en él, y que había sido asegurada Beni Ulixech, que
pareció vacilar en los primeros momentos; siempre contando como
seguro, y las noticias del día - agrega - lo confirman, que el
enemigo concentraría fuerza en la zona fronteriza de Tensaman
habiendo acudido gente de Beni Iter, de Bocoya, de las fracciones de
Beni Abd-Allah y Beni Halifa, de Beni Urriaguel, hasta entonces
expectante, como de los poblados próximos a la playa de Alhucemas.
Planes del Comandante
general ante la situación producida.-
Queda consignado
anteriormente el criterio manifestado por el Comandante general en su
telegrama del 4 de junio al Alto Comisario - folio 561 - de
conceptuar necesario de cualquier modo, como impresión de la
situación provocada,
proceder pausadamente al desarrollo de
nuestra accción.
No se sabe cómo interpretar, aún con la más
favorable disposición, el sentido de esta pausa o parsimonia,
por cuanto con abstracción de todo lo acaecido, de las lecciones de
la realidad y de la fuerza y traza del enemigo, obligado a conocer
por el servicio de información, o con confianza descomedida en
los propios medios, es el caso que para encauzar dicha acción,
merced a poder disponer de la columna de Quebdani, dirige la mira a
ir ocupando sucesivamente posiciones, que en relación con el frente
entonces existente, domínanse Ardir y el zoco El Jemis (Tensaman),
así como otras para enlazar Sidi Dris y que situadas en el sector de
la margen izquierda, determinado por los rios Amekran y Brahim,
domínase los poblados de Tiza y Zaida envolviendo Abarrán y al Zoco
el-Telatza, de Beni-Buidir; completando la acción de estas dos
lineas con la ocupación de la meseta existente en la orilla
izquierda del Amekran, desde la que se ejercía dominación sobre el
valle del Uxcharen, Sidi-bu-Yacub y Abarrán; todo ello sin perjuicio
de atender al frente de Yebel Uddia, Tarfesit y Midar, para impedir
la acción que los Beni Tuzin pretendieran desarrollar por esta zona.
Criterio restrictivo del
Alto Comisario.-
Estos propósitos sobre la izquierda del Amekran
iban guiados, como se infiere bien, al objetivo persistente de
extenderse en dirección de Kilates, que aunque supeditados a la
recepción de elementos que en el telegrama de referencia se
estimaban necesarios, en medida no proporcionada al esfuerzo
pretendido, apreciado en su verdadero alcance, debieron ser
considerados inoportunos por el Alto Mando, una vez que,
concretándolos, dice el Alto Comisario en su carta precitada de 8 de
junio que "en el telegrama indicado - el de 4 de junio -
habla el general SIlvestre de operar sobre la orilla izquierda del
Amekran y en dirección al cabo Kilates; pero, aparte condicionarlo
con la recepción de elementos que enumera,
en nuestras
conversaciones no se refirió a ello,
coincidiendo más bien en
que en estos momentos de elevación moral y fuertes contingentes del
enemigo cualquier movimiento sobre la izquierda del Amekran sería
muy costoso, por lo que le aconsejo que, para dar alguna sensación
de movimiento que distraiga las tropas de la impresión recibida,
elija con preferencia el frente de Midar y territorio de M´Talza,
por donde puede ir ganando a los Beni Tuzin",
entendiendo
que en aquellos momentos en que el enemigo se encontraba fuerte por
su número y por el ascendiente cobrado, cualquier intento en demanda
de Alhucemas había de ser muy costoso, y por más que
impusiera esto un obligado retraso en los planes con respecto a dicha
costa, no debía considerarse de trascendencia en la obra general de
pacificación, y ofrecería, en cambio, la ventaja de acometer la
empresa en tiempo en que, más adelantadas las fuerzas de la zona
occidental del territorio, permitiría la conjunción de esfuerzos
hacer sentir más enérgicamente la presión sobre la indómita
cabila de Beni Urriaguel, alma y centro de la resistencia.
Ocupación de Igueriben: su
objeto y condiciones.-
A pesar de la circunspección impuesta por
las circunstancias del territorio, dice el teniente coronel de Estado
Mayor Dávila, al folio 1.290 de su declaración, que, como quiera
que Beni Tuzin habíase unido a Beni Urriaguel y la harka que con
intenciones ambiguas tenía establecida en Iyarnaguass, que
reforzaron, implicaba un peligro para nuestra línea de comunicación
con Annual en su último recorrido, decidió el Comandante general
ocupar la posición de Kudia Igueriben, así como situó luego - 11
de junio - en Cheif una columna de cuatro compañías de fusiles y
una de ametralladoras que pudo retirar de Beni Said, agregando el
coronel de Estado Mayor Sánchez Monge - folio 268 -, que
contribuía dicha posición de Igueriben a hacer más efectiva
nuestra acción en Beni Tuzin, contrapuesta a la actitud hostil
adoptada por esta cabila desde la caída de Abarrán, contribuyendo
con efecto a garantir la expresada línea de comunicación con Izumar
contra la posible incursión de la harka. Satisfacía, en su
concepto, las condiciones de una buena situación militar, y
conjugaba su acción con las de Izumar, Annual y Buimeyan.
A vanguardia y próximo a la
posición - dice el citado teniente coronel Dávila -, situaba el
poblado de Beni Asa, que era adicto.
Adelantada a nuestra línea en
el estrecho entre Annual e Izumar, situada en uno de los
contrafuertes que descienden de las cumbres de Yebel Uddia,
paralelamente al expresado frente; posición en sí de buenas
condiciones naturales de defensa, y en conexión con al estratégica
Loma de los Árboles, o de Sidi Brahin, descubría y batía los
barrancos que cortaban el frente de Annual y atalayaba el valle del
Amekran o Kebir, pero dilataba aún más la zona de ocupación y
adelantaba la amenaza de nuestro frente ofensivo en la cuenca de
dicho río, con comunicaciones cuya dificultad se reconocerá a su
tiempo.
Actitud observada por la
harka enemiga.-
La ocupación fue realizada el 7 de junio en los
términos de que da cuenta el
telegrama
del día 8
, del folio 24, con la posición solo, durante los
trabajos de fortificación, de un ligero tiroteo sostenido por la
Policía con grupos destacados de la harka enemiga; los cuales grupos
fueron dos fuertes núcleos que se limitaron a dicho acto de
presencia; consignando el teniente coronel Dávila al folio 1.290
vuelto en corroboración, que, aun cuando luego del pasajero
desaliento de la harka ante su fracaso en Sidi Dris y la acumulación
de refuerzos en Annual, volvió a engrosar con nuevos contingentes
del interior, alentados por Abd el-Krim, no por ello adoptó en los
primeros días actitud francamente agresiva; pues ni llegó todavía
a rebasar el Amekran ni mostró decisión de entablar combate el día
de la referida ocupación, a pesar de los refuerzos recibidos y
haberse reunido en Iyamaguas crecido número de gente y en ocasión
de celebrarse zoco en aquel punto por ser martes dicho día.
Órdenes coercitivas del
Alto Comisario.-
No es fácil establecer, si coincidente con este
hecho, en vista del programa expuesto en el telegrama de 4 de junio,
o, previsoramente, el Alto Comisario dirige al Comandante general en
8 de junio telegrama - folio 642 - en que, partiendo de las noticias
recibidas del campo, indicando la concentración en Tensaman de
elementos rebeldes de Bocoya, Beni Urriaguel Beni Itef, le
advierte
"la conveniencia de abstenerse de todo movimiento
sobre la línea del Amekran, y muy principalmente sobre su margen
izquierda"
; y que si pasadas aquellas circunstancias se
presentase ocasión favorable, debería someter sus proyectos a su
previa aprobación, teniendo siempre en cuenta - cual recomendaba -
que en el desarrollo de nuestra acción no había nada que apremiase
ni obligase a forzar los avances, que sólo debían intentarse cuando
su preparación política y los elementos materiales y efectivos de
tropas garantizasen las mayores probabilidades de éxito, con la
mínima ocasión de desgaste; acertada y acaso algo tardía
advertencia, cuya previsión no era ociosa; pues era claro que si el
Comandante general no se consideraba en medida de operar cuando
demandaba elementos, la prudencia aconsejaba una discreta
abstención; y justificaba la restricción que imponía a sus
iniciativas el hecho mismo de que en el telegrama citado del 4 de
junio expresabadicha autoridad, no obstante la falta de elementos
cuya necesidad encarecía, que como la inactividad en aquellos
momentos la consideraba perjudicial, aprovecharía, si se le
autorizaba para ello, cuantas coyunturas se presentasen para
ir
desarrollando el plan
; en tanto, cuanto permitiesen los elementos
de que disponía, cuyo rendimiento intensificaría ...; siendo así
que habíase reconocido habían llegado a su máximo de elasticidad.
Aún considera necesario
insistir el Alto Comisario en sus precedentes advertencias, y en
telegrama de 17 de junio - folio 643 -, al darse por enterado de la
agresión a la descubierta de Buimeyan el día anterior, y solicitar
aclaración del hecho, reitera que mientras subsista la
concentración adicional del enemigo en todo su auge, considera
"será
expuesto a combates violentos todo intento o servicio a vanguardia de
las posiciones".
Concentraciones y aprestos
del enemigo.-
Cual queda apuntado por las confidencias resumidas
y confirman otras, todas las recogidas por las oficinas indígenas de
información desde principios de junio, fecha de los antecedentes
aportados al expediente - folio 552 y siguientes - convenían con el
estado de alarma e inquietud provocado en el territorio
consecutivamente a la caída de Abarrán, los trabajos de
instigación que se venía ejerciendo sobre las cabilas sometidas, el
incremento de la harka de Tensaman, merced a los preparativos y
activa propaganda de Abd el-Krim y sus manejos para la absorción del
Mando, así como los propósitos declarados de obrar activamente
sobre las posiciones avanzadas y líneas nuestras; de igual modo que
las concentraciones de otros núcleos rebeldes en Tafersit, Tizi Aza
y Metalza, denotadores de la extensión y generalidad de la
agitación.
No era ya discreto abrigar,
bajo tal aspecto de la situación, la confianza que en su optimismo
reflejaba el
informe
de 16 de febrero
-folio 233- de lucharse con un enemigo carente
de organización y dirección, atendido a defender con el tesón que
sus recursos le permitían la integridad de su territorio, sin tomar
la ofensiva sino para agresiones aisladas y sin continuidad, cual
acreditaran hasta entonces las harkas de Cheif, Tafersit, Tauarda,
Afilaz y Beni Urriaguel. Su acometividad se había manifestado a la
sazón de manera resuelta y decidida como la abundante provisión de
sus recursos, la mejora de su armamento y el cambio de sus
procedimientos de acción, según lo había acreditado en los asaltos
dirigidos a Abarrán y Sidi Dris.
Juicio del Comandante
general acerca de los sucesos.-
Mas todas estas manifestaciones
que estaban a la vista, todos no debieron abrirse paso en la
reflexión del Comandante general, sino tardía y penosamente, cuando
el telegrama del 9 de junio - folio 561 -, dentro de considerar la
situación "algo delicada" limitaba su importancia a
atribuir el carácter de hechos aislados al fracaso de
Abarrán, cuya causa primordial atribuye a una equivocación
política, siempre reconvenible en su ánimo - carta del 15 de julio,
folio 375 - a la que en intrínseca de la intervención poco
afortunada de la Policía, como en su lugar quedó señalado, y no a
la esencial del error de dirección que a dicha política imprimía.
En este concepto sintetiza el coronel de Infantería Salcedo, al
folio 662 vuelto, la causa de los sucesos, imputándolos
"toda
una equivocación política y militar unida a una desorganización, o
por lo enos mala organización militar y política"
, como
reconoce igualmente el teniente coronel Fernández Tamarit - folio
1.199 -que el desastre militar acaecido en el territorio constituye
el fracaso completo de los métodos y procedimientos aquí empleados,
cuyas causas eficientes, a su juicio, señala, como en su lugar
serán recogidas.
Propósitos que le animan.- Así
es que en dicho ánimo, el Comandante general, prosigue en el
expresado telegrama de 9 de junio, que el mérito a que las
operaciones hasta entonces efectuadas había sido complemento y
resultado de la preparación política, sin que se produjera alarma
en el campo indígena, suficiente a provocar la reunión de fuertes
harkas, no acertaba a explicar la causa determinante de la formación
de la levantada; ante la realidad, a cuya existencia se veía, no
obstante, obligado a preparar todos los elementos de que disponía
para aprovechar oportunidad de
infligirla duro castigo o
rechazarla, caso de ataque,
reiterando con este motivo la
petición de elementos que enumera, no muy proporcionado a los
alarmantes síntomas de la situación.
Impresión favorable que
resume el Comandante general acerca de la situación.-
En la
carta que antes se cita, y al folio 577, perdura el Comandante
general de la favorable apreciación de la situación, manifestando
que
"permite ésta afirmar, dentro de las naturales reservas
y seguridades que cabe aventurar, tratándose de carácter tan
versátil, impresionable e independiente, cual es el de los
indígenas de esta zona - ha desaparecido la efervescencia producida
en la zona sometida, y de expectación en algunas cabilas sometidas,
y la delicada situación a que diera lugar la pérdida de Abarrán y
la defección de Tensaman, considerando, además, como
suficientemente asegurada y fuerte nuestra línea de contacto con la
zona insometida para detener cualquier ataque o conato de
penetración en toda la harka enemiga ...".
Reiteración de sus
propósitos con miras a Kilates.-
Y en esta predisposición de
espíritu, conforme a las indicaciones verbales, como a las
órdenes expresas recibidas del Alto Comisario, le significaba, al
propio tiempo, que se abstenía de proponerle operación alguna con
miras a dar un golpe a la harkasituada en Tensaman, ni a extenderse
por aquella parte; si bien, y a pesar de todo, le sometía la
conveniencia de preparar la acción sobre dicha levantada cabila para
dirigirla en tiempo oportuno sobre la zona costanera de Kilates
asegurando de antemanoel flanco izquierdo del sector de Beni Ulixech,
y afirmando la dominación del valle de Uad el-Kebiro-Amekran, con
sus poblados, mediante pequeñas operaciones sucesivas que
permitieran ir ocupando los cinco contrafuertes principales, que
partiendo de la divisoria de Yebel Uddia descienden hacia Igueriben
paralelamente al que era nuestro fuerte, y por los que discurren los
caminos del zoco El Jemis, Amesauro, Axdir e Iyarmaguas, que por la
parte de Uddia abren comunicación a las cabilas de Tafersit y Beni
Tuzin, a través de Tizi (paso) Maaret, Tizi Alma y Tizi Asa, las
cuales comunicaciones utilizaba el enemigo para trasladarse de un
lado a otro de nuestro frente.
Resultados que se prometía
de sus operaciones en bosquejo.-
Bien pensado estaba el plan de
estas operaciones, como acertado era en su finalidad, pero fuera por
completo de oportunidad y noción de realidad y por la ocasión en
que se proponía revelaba una confianza desmedida en el propio obrar
o el desconocimiento efectivo de la situación. Presumía aún el
Mando que de este modo fuera fácil conseguir poco a poco el
desalojamiento de la harka al otro lado del río; harka que calculaba
fuerte, de unos 1.500 fusiles, la consideraba a la sazón repartida
en grupo entre Tizi Asa, Asgut, Amesauro, Axdir, Beni-bu-Yacub, Tizza,
etcétera, con guardias avanzadas a su frente; apreciaciones muy
lejos de la efectividad de los contingentes, como luego los hechos
demostraron.
Prosiguiendo en sus ilusorios
proyectos, agregaba en la misma carta - folio 578 - que dominado el
valle del Kebir y sus poblados y asegurada fuertemente esta línea,
si la situación política con los Beni-Urriagueles no hubiese
variado con respecto a la entonces existente, se podía en tal caso
estudiar una operación militar a fondo para recuperar el fatídico
Abarrán y tomar el Zoco el Telatza de Beni Buidir, y el Tizi
Takariest para caer sobre la fracción de Trugut, combinada esta
última parte con la escuadra para distraer al enemigo por el lado de
la costa ...
Aún llegaba el optimismo a
suponer - folio 577 - que la falta de ocasiones en que poder realizar
tal harka un golpe de mano, el agotamiento de recursos para subsistir
sobre el país en que estaba asentada y singularmente, las exacciones
y vejaciones que venía cometiendo en Tensaman, provocase cansancio y
escisiones entre unos y otros que diesen por resultado fueran
esfumándose los contingentes, pero que de todos modos, no favorecía
mucho a nuestra actuación permanecer inactivo de manera constante,
pues a la pérdida de prestigio en que supondría ante los sometidos,
vendría a unirse la zozobra que sentirían las cabilas lindantes con
la harka, ante el temor de no verse suficientemente garantizadas;
creyendo por ello de necesidad ir preparando la actuación para
iniciarla en momento preciso, en los términos que antes quedan
relatados.
Los hechos habían en breve de
sacarle de su ofuscación.
Antes de cerrar la carta puede
recoger en su postdata la persecución de los redoblados ataques a la
harka -folio 579- reconociendo que la situación "vuelve"
a ser delicada e indicando la necesidad de prevenir ciertas medidas y
elementos ya formulada su petición del
telegrama
del 13
-folio 25-.
Renovación de las
hostilidades por la harka.-
La ocupación de Igueriben,
dependiente o enlazada con las anteriores consideraciones, había
producido sus naturales efectos a tenor de lo que expresa el Alto
Comisario en
telegrama
de 16 de junio
-folio 26- en que participa que creyendo la
harka enemiga que nuestras tropas hubieran de proseguir el avance en
dirección al zoco El Jemis de Tensaman, había mostrado gran
actividad avanzando nutridos núcleos de ella por la margen derecha
del Amekran, en el intervalo comprendido entre las posiciones de
Igueriben y Dar Buimeyan, hostilizándolas fuertemente el 14 de
junio, siendo batido por el fuego combinado de dichas posiciones.
Agrega que la harka incendió el poblado de Amesauro, distante algo
más de cuatro kilómetros de Igueriben, retirándose hacia Sidi-bu-Yacub,
e insinuando la presunción infundada de que empezó a marchar su
gente, que consta de crecido contingente a cuyo frente estaba Abd el-Krim.
Preparativos y allegamientos
de contingentes a la harka.-
Atento a lo que declara el teniente
médico
Vázquez
Bernabeu
, de la 12° mía de Policía - Bu Hafora -, y
eventualmente destacado en Buimeyan - folio 1.067 - desde el mes de
junio, hacia su cometido, ya se notaba anormalidad en el campo
enemigo, al que llegaban numerosos contingentes, viéndose un día
una fuerza a pie en dirección a Mesauro que desfilaba de a uno,
ocupando próximamente una extensión de cuatro kilómetros.
Un día impreciso, anterior al
al salir el declarante con el servicio de descubierta y protección
de aguada, que se establecía en la loma de Sidi Brahin, vulgarmente
llamada de los Árboles, tuvo ocasión de ver en unos poblados al pie
de la misma, las fuerzas que supone fueron llegadas el día anterior
y a que se ha referido, las cuales estaban ordenadamente formadas en
tres agrupaciones como columna de compañía, que hacían salvas y
que, según se supo después por confidencias, se habían reunido
para prestar juramento.
Combate del 16 de junio.- Manifiesta
que, recibiéndose aviso el 15 de junio de que una fuerte
concentración enemiga, realizada en el morabo de Sidi Brahin,
intentaba oponerse a que se establecieran los servicios en aquella
loma ya en resuelta actitud de hostilidad. Daba cuenta de esta
novedad al general segundo jefe, que se encontraba en Annual,
consultando, en su vista, si se suprimía el servicio; como hubiera
de manifestar que no, a la madrugada siguiente, para tratar
preparatoriamente de dejar el bosque, se abrió fuego de cañón, el
cual fue mandado suspender de orden de dicho general, según el
testigo tiene entendido, obedeciendo al criterio de que para los
servicios de descubierta no se debían emplear tales medios.
Salieron, en consecuencia, a
establecer el servicio todas las fuerzas indígenas de la posición.
Pudieron llegar sin ser hostilizadas, dando un rodeo para tranquear
la loma, hasta su cumbre, donde, adelantándose hasta unos doscientos
o trescientos metros de los Árboles, fueron recibidos con nutrido
fuego del enemigo; reseña el testigo las fases subsiguientes del
combate, por resultas del cual, la Policía, que por tres veces
intentara retroceder abandonando el puesto, siendo contenida por los
oficiales, que hubieron de apelar para ello al último rigor, al
cuarto intento de dispersar, sin poder ser reducida, consiguiéndose
al cabo recogerla en una loma a retaguardia y replegarla luego a otra
más próxima a la posición de Buimeyan, apoyadas en esta situación
las fuerzas por otras Regulares, con una batería de montaña salida
en auxilio de Annual, pudiendo sostenerse hasta las dieciocho y
efectuar la retirada de Buimeyan.
En esta última posición,
dice, ya el enemigo cubría con sus fuerzas todo el frente, desde
Igueriben a Buimeyan, por delante de Annual; desde este día, el
servicio normal, agrega, dejó de establecerse en la loma de los