AHN. TS-R. Expediente 50.10. Folios 2187 a 2201.

Excmo. Sr.:

Don Juan Picasso González, general de División, juez instructor de la presente información, tiene el honor de exponer a V.E., como resumen de las actuaciones, lo siguiente:

III

SITUACIÓN SUBSECUENTE A ABARRÁN


Consecuencias del fracaso de Abarran.- El fracaso de Abarrán hubo de producir en el territorio, así en el campo enemigo como en la zona sometida, sus naturales e inmediatas consecuencias, que, aunque previstas y descontadas por cuantos fríamente consideraban lo deleznable de la situación creada, no pudo, empero, ser medida en toda la inmensa trascendencia que la realidad aparejara.

Varias opiniones personales atinentes al hecho.- Como reflejo de las impresiones predominantes en el territorio acerca de la situación y que prepararan para el conocimiento de los sucesos materia de esta información, pueden citarse las manifestaciones, entre otras, del teniente coronel de Artillería Gay - folio 1.086 vuelto -, en que declara que después de Abarrán todas las opiniones estaban de acuerdo en lo que fatalmente había de sobrevivir, dada la existencia de enemigos y las condiciones del camino y distancia del avance efectuado; que siempre creyó, y era parecer bastante extendido entre la oficialidad del territorio, que la organización era para "tiempo de paz", y que en guerra, con enemigo numeroso y enérgico, era de temer un desastre; mas como todas las operaciones presenciadas por el declarante habían sido coronadas hasta entonces por el mejor éxito, dándose el caso insólito de no haber ocurrido la menor agresión, tenía que creer eran infundadas sus alarmas. De todos modos, inmediatamente perdido Abarrán, y visto que, en realidad, había enemigo concentrado en los montes comarcanos, consideró imposible a todo punto volver a dicha posición.

Figura al folio 1.320 un fragmento de la carta del teniente de Artillería D. Ernesto Nougués, fechada en Annual el 12 de julio, que da también idea del estado de cosas alcanzado, por cuanto asevera que los avances demasiado rápidos, sin consolidar bien lo ocupado, habían determinado una situación bastante difícil, siendo raro el día que no tenían que tirar, y como existía delante una harka numerosa y hasta organizada, no creía posible dar un paso que no fuera en firme, pues otro desastre como el de Abarrán lo juzgaba horroroso. "Hemos atravesado por unos días tristísimos, de enorme depresión moral: se desconfiaba de las fuerzas indígenas, se hablaba de una insurrección del territorio; nos encontrábamos impotentes, faltos de elementos ...; sucedió lo que tenía que suceder: que mientras la cosa iba bien, nadie se preocupó de deficiencias; pero cuando han venido los palos, se ha visto que estábamos haciendo equilibrios, y eso no puede ser."

El capitán de las tropas de Policía González Longoria dice en su declaración - al folio 492 - que, si bien con respecto al campo enemigo, como actuación exterior a su cabila, no tenía noticias directas, sabe, entre otros particulares que consigna, que Tensaman no se manifestaba propicia a la ocupación, y Beni-Iluxech "estaba más bien ocupada que sometida"; y corroborando tan esencial para la existencia entonces de nuestro frente avanzado, dice el coronel Riquelme, jefe actual de la Subinspección de las Tropas y Asuntos indígenas del territorio - folio 1.778 vuelto -, en relación a sus temores, manifestados en cuanto al avance sobre el Neckor sin adecuada preparación, que eran de esperar los peligros de una rebelión de Beni-Ulixech , en la cual estaban las posiciones de Buymeyan - en terreno de Tensaman, Annual, Izumar y Yebel Uddia - "dada la poca consolidación de la acción política en la misma cabila de Beni-Ulixech, como se podía observar en la actitud de desvío de los habitantes que rodeaban a las posiciones allí enclavadas y los incidentes que surgían entre la Policía y los poblados, a la vez que algunos tiroteos nocturnos a Annual".

Propaganda sediciosa. Síntomas precursores de la situación del campo.- Tal era el estado proponderante que de atrás venía formándose; el fracaso de Abarrán desencadenó los sucesos que se incubaban con despreocupación del Mando.

El capitán de Policía Alonso dice en el parte a la Oficina Central indígena de las operaciones de su mía - folio 867 - que desde la desgraciada expugnación por el enemigo de la posición precitada, se recrudeció grandemente la agitación en la zona no sometida, pregonándose constantemente la formación de harkas, compra de armamento y municiones, y que se preparaban para la lucha de las cabilas de Gueznaya y Beni-Tuzin, que estaban en relaciones con las sometidas de Midar, Tefersit, Beni-Ulixech y M´Talza. En declaración prestada por dicho capitán - folio 223 - ratifica dicha especie, agregando que después de la caída de Abarrán, Abd-el-Krim había escrito a los jefes de cabila de la zona no ocupada y de la ocupada antes enumerada, diciéndoles que se preparasen , que él atacaría a nuestras tropas y posiciones de frente, y que las demás las atacasen por retaguardia para cortar las comunicaciones.

Por su parte, el teniente coronel de Infantería Fernández Tamarit, merecedor de mejor crédito por su activa intervención en las operaciones de tiempo atrás realizadas, y conocedor del territorio, dice, en su declaración del folio 1.203, comentando las medidas que, a su tiempo hubiesen podido ser adoptadas en Drius, para contrarrestar la situación producida por la caída del frente, que tal vez hubieran variado el aspecto de las cosas, pero no remediado la inevitable consumación de los hechos ante el levantamiento de las cabilas, que, aunque se decían sometidas, conservaba, sin embargo, armamento en abundancia; agregando que "la actitud de las cabilas no ha sorprendido al declarante; lo que si ha llamado su atención es la simultaneidad en el alzamiento, que demuestra estaba preparado para cuando hubiera ocasión propicia". En los avances no se había consolidado nada: se vivía porque los moros de las cabilas lo toleraban, y además, los mismos moros que se decían recientemente sometidos, sabían de nuestra eficacia militar lo suficiente, ya que en todas las operaciones la política dejaba en tercer lugar a las fuerzas europeas, en el segundo a las indígenas auxiliares, y confiaba el puesto de vanguadia al "Banco de España".

Aún los moros a quienes realmente conviniera estar a nuestro lado, tenían que abandonarnos al vernos incapaces de defenderlos contra los otros, y el natural instinto de rapacidad de los indígenas bastaba por sí solo para determinar el que los de Nador y Sengangan, por ejemplo, saquearan estas poblaciones en evitación de que luego llegaran los demás y lo hicieran en su provecho ...", circunstancia que puede explicar la rápida propagación del movimiento insurreccional de tiempo abrigado. Si bien en en contraste de opiniones por algunos se pretende no existía tal acuerdo clandestino, del relato de hechos sueltos, desligados, insignificantes en sí, y al parecer inconexos, referidos por numerosos testigos avecindados en el país, colonos, empleados, religiosos de la Misión y otros, se aprecia bien que existía un estado latente de inquietud, un aire de revuelta, fruto indudable de la secreta inteligencia de los naturales de la zona sometida con los de la rebelde, si bien en el momento de su explosión hubiese de determinarlo la oportunidad, y el mismo derrumbamiento de nuestras líneas y puestos de la moral de las tropas, y su huída, como resorte impulsivo, lo precipitase y extendiese a límites de gravedad no medidos por los más pesimistas en el juicio de la inseguridad y compromiso de nuestra situación.

Actividad de la propaganda insurgente.- "Activa propaganda - dice el coronel Riquelme al folio 1.780, al informar sobre los motivos de la hostilidad de las cabilas - indudablemente venían realizando los elementos rebeldes de fuera, apoyados en un núcleo de fanáticos y descontentos; propaganda que se mantenía oculta en espera de un éxito de la harka sobre nuestra línea avanzada, en donde se acumulaba una gran parte de elementos de guerra, favorecida, por lo demás, por la poca estabilidad de nuestra influencia en los mayores avances de diciembre de 1920 - Beni Said -y meses sucesivos- Beni Ulixech y parte fronteriza de Tensaman- en las cábilas últimamente ocupadas, verdaderamente prendida con alfileres - sic - que hacía tenerlos como un valor de amenaza, en vez de constituir un apoyo; siendo natural que la menor síntoma desfavorable trataran de ayudar a los de fuera para librarse de nosotros", como agrega más adelante - folio 1.783 - en cuanto a la inducción a la rebeldía, que los indígenas de la zona ocupada venían siendo ya objeto de propaganda por parte de agentes de la harka, utilizando cartas y recados de los jefes rebeldes, incitándoles a agruparse para efectuar un levantamiento cuando la harka lograse un triunfo militar sobre las tropas; siendo incentivo favorable de tales inducciones en los cabileños la perspectiva de un rico botín y de apoderarse de numerosas armas, que tanto les atrae; aparte de la idiosincrasia musulmana que conserva siempre la esperanza de librar su país de la dominación extraña; que si bien tiene el aspecto de Protectorado, le resulta en la práctica una conquista; por más que otras, no participantes de este espíritu, como Kebadna y Sidi-Sicar, luego de la evacuación, y viéndose abandonadas de nuestra protección efectiva, hubieran de sumarse al levantamiento.

Dice asimismo el capitán de Policía Fortea, con percepción de estos síntomas sediciosos, al folio 469 vuelto, que encontrándose en Dar-Buimeyan prestando eventualmente servicio, recibió orden de trasladarse con la fuerza de su 13° mía a la cabecera de Dar Mizian - en Beni Ulixech - para normalizar el estado de las cábilas, que parecía estaba en relaciones, así como la de Beni Said, con las del territorio no ocupado ..., que como el declarante no conocía bien aún su demarcación, lo primero que hizo al llegar fue orientarse, averiguando que, en efecto, existían relaciones con la zona no ocupada, y que de ella habían pasado cartas, así a su cabila como a Beni Said, y aunque el ambiente era más bien de desconfianza, el testigo lo atribuyó a ser territorio de reciente ocupación.

A su vez, el coronel jefe de Estado Mayor de la Comandancia general, Sánchez Monge, reconoce - folio 266 vuelto - que la propaganda hecha por Abd-el-Krim, con el mayor secreto, cerca de las cabilas sometidas creó un ambiente muy apto para que se desarrollara la hostilidad ante un fracaso de nuestras armas, y que la pérdida de Abarrán fue el preludio de esa declaración de hostilidad, que culminó con la pérdida de Igueriben y la evacuación de Annual.

Límite de elasticidad atribuído a nuestros recursos militares.- Indicado queda que, de manera general, se había considerado como límite razonable de capacidad de nuestros recursos militares por entonces la ocupación alcanzada en el confín de Tensaman del frente defensivo de Sidi Dris-Talilit-Buimeyan-Annual-Izubar, como la necesidad de afirmar dicha situación sin aventurarse en nuevos intentos a expensas y riesgo del desguarnecimiento del inseguro territorio de retaguardia; que, como expresa el coronel de Estado Mayor Sánchez Monge, al folio 276, la desproporción existente entre las fuerzas de la Comandancia general y la gran extensión del territorio ocupado, hacía que la dominación por las armas no fuese efectiva ; mas tales prudentes observaciones no parecían entrar en la consideración del Mando, firme, a su pesar, en el propósito de expansión.

Repercusión política del suceso de Abarrán.- El descalabro de Abarrán, en conformidad a lo depuesto por el coronel Riquelme - folio 1.779 vuelto -, tuvo, en el aspecto político, una repercusión muy desfavorable para nuestro prestigio, que determinó, ciertamente, el incremento de la fuerza moral de los elementos rebeldes y condujo al aumento de su contingente, y a ganar terreno en la zona a que la acción política por entonces alcanzaba, con la depresión moral consiguiente en el partido adicto, incapaz, desde ese momento, de continuar laborando por nuestra causa; aparte de la serie de castigos que sufrieron los tildados de adhesión a España, así como en el territorio ocupado, seguramente alentó la esperanza de liberación y produjo una percepción clara del decaimiento de nuestra fuerza como consecuencia de la pérdida total de una posición con artillería, cosa que era la primera vez que ocurría en el territorio, revés que, cual indicado queda, hubo de paralizar la acción ofensiva en Tensaman y aprestar la defensiva apresuradamente en Beni Ulixech.

Núcleos rebeldes preexistentes.- Incremento de la harka enemiga.- Reconoce el teniente coronel de Estado Mayor Dávila - folio 1.285 - que en todo tiempo había habido núcleos de harkas que, constituidos por indígenas de las cabilas inmediatas a la línea de contacto, situaban a la inmediación de ella, no siendo por ello de extrañar la existencia de la de Beni Urriaguel, que, apostada en Trugut, al ocuparse Sidi Dris - marzo de 1921 -, no llegó a hacer acto de presencia, manteniéndose en la parte occidental de los montes de Tensaman, asentada en Yebel Uisses, al sur de Tizi Yub. Esta harka aumentó de importancia a consecuencia de la propaganda y excitaciones de Mohan Abd el-Krim, y muy singularmente con la defección del partido español que hacía años habíase organizado en Axdir, en la zona costera de Alhucemas, sin que, no obstante aquel aumento, llegara a rebasar el Amekran hasta después del hecho de Abarrán.

Consecuencias de orden militar de la caída de Abarrán.- Mas el intento fracasado de esta ocupación reconoce que hubo de crear una situación delicada por sus inevitables derivaciones en orden a la actitud de las cabilas y excitación del movimiento insurreccional a instigación del foco mantenedor de la rebeldía, aduciendo a este respecto el coronel de Artillería Massaller - folio 975-, abundando en la activa preparación de los elementos insurgentes, que el hecho de Abarrán, como otros posteriores, igualmente lamentables, puso de manifiesto la existencia de un enemigo numeroso y bien armado, que se supo, y aún se veía que se estaba educando a la europea, como también que había aparecido un caudillo inteligente y conocedor de nuestro Ejército y de nuestros recursos; "todo no fue momentáneo, y sabe el declarante que, naturalmente, se apercibió el Alto Mando, sin que por ello se atreviese a retroceder en su avance ..."

Enemigo a cuyo continente no se concedió, con efecto, la atención debida, y de cuyo cambio de táctica y procedimientos de combate, entre otros, da fe el teniente coronel Nuñez de Prado, del Grupo de Regulares, al reconocer - folio 399 - que operaba de manera más compacta y subordinada que la que hasta entonces había visto emplear al moro: hasta el extremo de atacar en núcleos disciplinados y empleando frecuentemente el fuego por descargas; así como - folio 396 vuelto - pudo observar gran gasto de municiones y que empleaba el arbata, como denominan los indígenas al fusil Lebel.

Dice también a este respecto el capitán de Policía González Longoria - folio 493 - que tras los primeros intentos de harka fué ésta engrosando, según se decía, hasta alcanzar un contingente de 18.000 hombres bien armados de Mauser y Lebel y municiones.

El comandante de Estado Mayor Fernández - folio 812 vuelto - asienta que después de la caída de Abarrán, posición que no se intentó recuperar, el enemigo cobró ascendiente, y aunque con la lentitud con que suele producir sus concentraciones, fue paulatinamente creando en el sector de Annual una situación de vez en vez más peligrosa, que condujo a renunciar el restablecimiento con la debida energía de la preponderancia de nuestras fuerzas; como a raíz de Abarrán se había renunciado a hacer convoy algunos días a Sidi Dris, como se dejó en manos del enemigo, más adelante, la loma de los árboles, y sucesivamente dió lugar a otras renunciaciones ante la actitud resuelta del mismo; conjunto de sumisiones a su voluntad que entiende condujo a quebrantar totalmente la moral de las tropas a partir del contratiempo inicial de Abarrán. Después de este suceso, la harka estableció su asiento en Amesauro, y, a su juicio, tanto en este caso como en todos los análogos, hubiera sido preciso batirla para restablecer la situación.

Todos estos síntomas, todos estos hechos que se apuntan, que no fueron inopinados ni casuales, sino que traían una larga elaboración, debieron y pudieron ser conocidos por el Mando para servirle de saludable advertencia, para amoldar su conjunto a las circunstancias y no precipitar los sucesos; pues, como comenta el teniente médico D´Harcourt - folio 1.106 vuelto -, con referencia a una expansión íntima del coronel Morales, de la Policía, la crítica ocasión del momento que atravesaban, y a que se contrae el testigo, bien ... "acreditaba la parsimonia con que debía precederse en asuntos de moros, y no con la rapidez que quería el Comandante general".

Confidencias acerca de las concentraciones e intentos del enemigo.- No podía ciertamente pasar inadvertido el estado de efervescencia del campo fronterizo y las concentraciones que se efectuaban, y para acreditarlo bastaría entresacar algunas de las confidencias que figuran a los folios 552 y siguientes, a partir de la fecha desde que se recogen antecedentes, pero que denotan anterior ilación:

  • mes de junio, número 7. El Hach el Mohadden-Ahmed el Nuari manifiesta que aumenta la propaganda en el Yub, Beni Said y Beni Ulixech para aumentar los contingentes rebeldes ... Recomienda que se fortifiquen las posiciones de dicha cabila (7 de junio).

  • núm. 8. Telegrama del capitán de la 9° mía, manifestando que Abd el-Krim trabaja para lograr reunir bajo su mando Iyarmaua, Beni Tuzin, Beni Urriaguel y varias de Guernaya (7 de junio).

  • número 10. Telegrama del capitán de la 9° mía, manifestando se intensifica la propaganda en contra nuestra, cerca de las cabilas de M´Talza, Beni Ulixech y Beni Said. Recomienda se vigile a los Kelatchas y Ulad Icho.

  • núm. 19. El general segundo jefe comunica desde Annual que Abd el-Krim gestiona y fomenta deserciones en la Policía (17 junio).

  • Número 34. Confidencia indígenas manifiestan que la harka está indecisa entre avanzar por Tizi-Aza a Beni Tuzin, o internarse en las cábilas de Beni Ulixech y Beni Said, a las que animan por medio de numerosas cartas ... 

  • mes de julio, número 2. Dicen que continúan la propaganda cerca de la Policía y Regulares; que la harka se propone impedir los convoyes a Buimeyan e Igueriben para obligar a abandonarlas por hambre y sed.

  • Núm. 5. Un confidente de Beni Said dice que hay relaciones entre los de esta cabila y Beni Ulixech con la harka para traicionarnos.

  • Núm. 17. Alhucemas manifiesta que siguen los trabajos para aumentar los efectivos de las harkas, no obstante asegurar se han reunido ya todos los hombres útiles de Beni Urriaguel, Bocoya, Tensaman y Beni Tuzin, asegurando unas confidencias que dicha reunión es para tomar acuerdos pacíficos y otras para oponerse a un probable avance de nuestras tropas (16 julio).

Recapitulando, y de acuerdo con lo que consigna en su declaración el coronel Jefe de Estado Mayor Sanchez Monge - folio 267 vuelto -, la pérdida de Abarrán y, consiguientemente, del material de guerra y demás en la posición acumulado, originó ciertamente una gran agitación en la cabilas insumisas.

El botín, recorriendo los zocos, reavicó el instinto de rapiña, innato en el moro, y la esperanza de otro más copioso hizo engrosar los núcleos rebeldes, que, aumentando de día en día ante Annual, presentáronse al fin compactos y organizados. Corroborando la cual penosa impresión, dice el teniente coronel de Estado Mayor Dávila - folio 1.289 vuelto - que el fracaso de su ocupación se juzgó en el acto, que creaba una muy delicada situación, que provocaría la defección de las cabilas, previéndose complicaciones así en el orden público como en el militar, que hubieron de aconsejar la adopción de determinadas medidas en este último sentido, como serán objeto de oportuno examen.

Primera manifestación del Comandante general.- La inmediata impresión que en el ánimo del Comandante general sugiere el duro descalabro de Abarrán, en orden a sus impacientes miras, es lamentarse, en primer término, en el telegrama que en 4 de junio dirige al Alto Comisario - folio 559 -, de que la pérdida de dicha posición "contraría de momento la prosecución del plan a realizar sobre Kilates ..."; pero que, dando origen a una situación delicada, había procedido a hacer frente a ella sin perder momento, dando por de pronto orden de suspender la operación en planta sobre Beni-Melul y adelantar fuerzas a Annual. Este despacho no llega a manos de aquella autoridad hasta el regreso de la conferencia que se celebra con el Comandante general en aguas de Sidi Dris, según manifiesta en su carta de 8 de junio.

Efectos inmediatos del fracaso de Abarrán.- Desde luego, el suceso, repercutiendo en la comarca, había decidido la expectante y cautelosa vacilación de las cabilas, determinando la adhesión de Beni Tuzin a Beni Urriaguel y la completa defección del Tensaman; como era de esperar, el probable arrastre de la de Beni Ulixech, y debía estarse a la expectativa de la actitud que adoptase la de Beni Said, causa que obligaba a no distraer por el momento fuerzas de las adscritas a sus órdenes; dando todo fe de los acertados vaticinios del coronel de Policía Morales, en su informe tantas veces citado de 16 de febrero , de que un combate simplemente reñido, que dificultase nuestra acción, pondría en riesgo la seguridad de nuestros avances.

Ataque consecutivo a Sidi Dris.- Al ataque de Abarrán había seguido, en la madrugada del día 2, el dirigido contra Sidi Dris, que, aunque de larga duración, no parece fuera de gran intensidad, o sus buenas condiciones de defensa en si lo pararan, a juzgar por el número de bajas sufridas y el que no quedara interrumpida la comunicación con el mar, fácil de cortar si el enemigo se lo hubiera propuesto, como confirmara, desgraciadamente, el segundo de que más adelante fuera objeto. Esta es, al menos, la impresión que el Alto Comisario transmite transmite en su carta política de 8 de junio.

Medidas adoptadas por el Mando.- La resistencia de dicha posición, de una parte, como las medidas que fueron adoptadas para hacer frente a las consecuencias inmediatas que pudieran derivarse de los referidos sucesos, algo contribuyó a aquietar los ánimos vacilantes de las cabilas no arrastradas en el movimiento sedicioso, como en el mismo telegrama del 4 se da cuenta; contraidas las expresadas medidas, a más de la suspensión indicada de la proyectada operación sobre Beni Melul y a la aproximación de fuerzas al sector amenazado de Annual, a la ocupación del 3 de junio de Kasba el-Dar-Talilit, con la mira de enlazar aquella posición con la de Sidi Dris e intermedias "A" y "B", entre Tzayudart, Yebel Uddia e Izumar, con el fin de asegurar más la difícil comunicación de Dar Drius-Ben Tieb con Annual y la línea de posiciones de dicho tramo del frente.

Actitud adoptada por el enemigo en consecuencia.- Las expresadas medidas, a tenor del precitado telegrama, hubieron de desconcertar al enemigo, que fue a concentrarse en los montes de Tensaman, y muy visiblemente en Abarrán, sin que durante su avance, estancia en Talilit y repliegue se separase de su estación; contribuyendo todo ello a desvanecer los recelos despertados y haciendo reaccionar a la cabila de Beni Ulixech, que recobró su tranquilidad, quedando mantenidos en adhesión los poblados de Tensaman situados en la margen derecha y curso inferior del Amekrán; a partir de Annual, sujeto de la posición ocupada; contando por lo demás con la sumisión de Beni Said, que permitiría disponer de fuerzas de las asignadas a su demarcación. Mas reconócese en el mismo despacho que el auxilio indirecto intentado dirigir a Sidi Dris en la ocasión de su ataque no pudo pasar del amago, advertida como fue la presencia de fuertes núcleos de las harkas en las estribaciones septentrional y occidental de Talilit.

En resumen de cuentas, el Comandante general consideraba, en su conjunto, mejorada la situación, aunque juzgándola todavía delicada, a causa de la oposición de Beni Tuzin y desafección de Tensaman, y, en consecuencia, conceptuaba necesario proceder pausadamente al desarrollo de toda la acción.

Rémora en el parte de los sucesos.- Pero no fue tarea fácil adquirir detalles de los desgraciados sucesos de Abarrán, atento al cambio de comunicaciones mediadas.

En telegrama de 1° de junio - folio 7 - da cuenta al Ministerio el Alto Comisario del recibo dicho día del que le hubiera dirigido el Comandante general el 31 de mayo, anunciando la ocupación que proyectaba de Abarrán para el siguiente día, cuya realización satisfactoria la participaba y conocía dicha autoridad a la hora de su despacho: 21:30 horas. El Alto Comisario, en el telegrama conocido de fecha 2 - folio 1.500 -, expresa al Comandante general su complacencia por el hecho, y a la vez inquiere los pormenores de que se ha hecho mención relativos a las operaciones ulteriores a realizar en Beni Melul.

En telegrama del día 2 - folio 18 -, que el Alto Comisario recibe y transmite a las 22:15, el Comandante general comunica la pérdida consecutiva de Abarrán, en término que la falta de comprobación le impide formar aún juicio.

En telegrama de la 01:30 del 3 de junio - folio 11-, el Alto Comisario dice al Ministerio que el Comandante general aún no le ha comunicado detalle del suceso de Abarrán, si bien anuncia dicha ampliación en el momento de la transmisión al comunicar novedades del día, consistentes en la agresión a la posición de Sidi Dris. Al fin, en telegrama de las 11:35 del 3 - folio 12 -, el Alto Comisario da cuenta del asalto en regla dirigido contra Abarrán, con el método y concierto reveladores de una acertada dirección, como del cambio de procedimiento y preparación denunciado en antecedentes declaraciones.

En el entretanto, el Ministro de la Guerra carecía de noticias precisas de los sucesos ocurridos en el territorio, y que dice en telegrama del 4 - folios 13 y 14 - que llegando a la Corte por diversos conductos sin confirmación o réplica alarmaban a la opinión y mantenían al Gobierno en la natural inquietud, reclamando por ello del Comandante general pormenores directos de las acciones desarrolladas y derivaciones que pudieran tener los hechos acaecidos. De ellos da noticia el Alto Comisario en telegrama de las cuatro del 4 - folio 15 -, pero con referencia a las que le facilitaba el comandante del cañonero "Laya", apostado en Sidi Dris, del ataque a las posición en la madrugada del día 2, sin que aquella autoridad las hubiese podido lograr del Comandante general.

Al fin, en telegrama de las 12:30 del 4 , recibido a las 13:15 del día 5 - folio 16 -, da cuenta el Alto Comisario de las ocupaciones de puestos de que antes queda hecha referencia y comunica detalles de la defensa vigorosa de Sidi Dris contra el prolongado ataque de que fuera objeto, anunciando su propósito de salir para aguas de dicha posición con objeto de conferenciar con el Comandante general, a fin de recibir sus impresiones directas.

En conferencia telegráfica entre el Ministro y el general segundo jefe de Melilla de las 12:15 del día 5 - folio 17 -, se inquieren reiteradamente noticias, que aún no son conocidas y sin que al término de aquella hubiesen tampoco llegado.

En telegrama de las 13:25 del día 5 - folio 18 - acusa el Comandante general recibo del telegrama del Ministro, y dice que acaba de celebrar conferencia con el Alto Comisario: éste transmitiría las noticias reclamadas.

Nuevamente reclama el Ministro, en telegrama del día 6 - folio 20 -, los detalles pertinentes a Abarrán, en orden a la manifestación anterior de que le sería dado por aquel regular conducto, al que da respuesta el Alto Comisario en el suyo a las 22:30 del mismo día 6 , sin agregar particularidad nueva alguna a los manifestado por el general segundo jefe en su conferencia telegráfica, a no ser las pérdidas materiales sufridas.

Por último, en telegrama del 7 - folio 23 - el Alto Comisario transmite a Guerra el del Comandante general, participando que aun cuando las manifestaciones de la mayor parte de los fugitivos de Abarrán coincidían en que la pérdida de la posición debióse a la defección de la harka auxiliar, no podía emitir opinión más concreta respecto a dicho extremo hasta terminar la información que había mandado instruir en averiguación de las causas, hechos y circunstancias que concurrieran en la caída de la posición.

Restablecimiento de la situación a juicio de la autoridades.- Como resultado de la antes dicha entrevista de Sidi Dris, en telegrama de las 19:50 del día 5 - folio 19 - dice el Alto Comisario al Ministro de la Guerra que el Comandante general, despues de los sucesos referidos, " consideraba la situación restablecida en el frente de Tensaman" ; pero que esta cabila está en total defección; que la situación está algo oscura en Beni Taaban, de Beni Tuzin, como en Tafersit, por donde amaga la harka de Azilazen, empezando a mostrar desvíos Beni Tuzin; Tensaman, rebelde por completo; pero que Beni Ulixech parecía seguir afecta, y permanecía adicta Beni Said, estando las comunicaciones con el frente aseguradas y sin que el golpe de Abarrán parezca haber repercutido en el interior, salvo en Quelatcha.

En conjunto, la situación, a juicio del Comandante general, "es delicada y requiere adoptar precauciones y proceder con cautela". Por su parte, el Alto Comisario advierte "que no ve por el momento en la situación nada alarmante". Esta misma impresión la recoge dicha autoridad en su telegrama del 6 a las 12:45 - folio 22 -, en que participa su regreso a Tetuán, y expresa que "como noticias Prensa y particulares, por su exageración, han podido causar inquietud, confirmando impresiones optimistas comuniqué ayer a V.E., estimo puede considerarse situación casi restablecida y que actualmente nada ofrece que pueda considerar la menor alarma ni inquietud" ; y según confidencialmente agrega en carta de 8 de junio, por la impresión recogida de conversaciones mantenidas con el Comandante general, lo ocurrido "constituye un lamentable contratiempo"; pero que el acierto de las medidas tomadas por el general Silvestre esperan que aseguran la zona sometida a la muy probable reacción del enemigo envalentonado.

Cubiertos los frentes de Tensaman y de Beni Tuzin, como habían quedado, no creía hubiese de temerse nada en él, y que había sido asegurada Beni Ulixech, que pareció vacilar en los primeros momentos; siempre contando como seguro, y las noticias del día - agrega - lo confirman, que el enemigo concentraría fuerza en la zona fronteriza de Tensaman habiendo acudido gente de Beni Iter, de Bocoya, de las fracciones de Beni Abd-Allah y Beni Halifa, de Beni Urriaguel, hasta entonces expectante, como de los poblados próximos a la playa de Alhucemas.

Planes del Comandante general ante la situación producida.- Queda consignado anteriormente el criterio manifestado por el Comandante general en su telegrama del 4 de junio al Alto Comisario - folio 561 - de conceptuar necesario de cualquier modo, como impresión de la situación provocada, proceder pausadamente al desarrollo de nuestra accción. No se sabe cómo interpretar, aún con la más favorable disposición, el sentido de esta pausa o parsimonia, por cuanto con abstracción de todo lo acaecido, de las lecciones de la realidad y de la fuerza y traza del enemigo, obligado a conocer por el servicio de información, o con confianza descomedida  en los propios medios, es el caso que para encauzar dicha acción, merced a poder disponer de la columna de Quebdani, dirige la mira a ir ocupando sucesivamente posiciones, que en relación con el frente entonces existente, domínanse Ardir y el zoco El Jemis (Tensaman), así como otras para enlazar Sidi Dris y que situadas en el sector de la margen izquierda, determinado por los rios Amekran y Brahim, domínase los poblados de Tiza y Zaida envolviendo Abarrán y al Zoco el-Telatza, de Beni-Buidir; completando la acción de estas dos lineas con la ocupación de la meseta existente en la orilla izquierda del Amekran, desde la que se ejercía dominación sobre el valle del Uxcharen, Sidi-bu-Yacub y Abarrán; todo ello sin perjuicio de atender al frente de Yebel Uddia, Tarfesit y Midar, para impedir la acción que los Beni Tuzin pretendieran desarrollar por esta zona.

Criterio restrictivo del Alto Comisario.- Estos propósitos sobre la izquierda del Amekran iban guiados, como se infiere bien, al objetivo persistente de extenderse en dirección de Kilates, que aunque supeditados a la recepción de elementos que en el telegrama de referencia se estimaban necesarios, en medida no proporcionada al esfuerzo pretendido, apreciado en su verdadero alcance, debieron ser considerados inoportunos por el Alto Mando, una vez que, concretándolos, dice el Alto Comisario en su carta precitada de 8 de junio que "en el telegrama indicado - el de 4 de junio - habla el general SIlvestre de operar sobre la orilla izquierda del Amekran y en dirección al cabo Kilates; pero, aparte condicionarlo con la recepción de elementos que enumera, en nuestras conversaciones no se refirió a ello, coincidiendo más bien en que en estos momentos de elevación moral y fuertes contingentes del enemigo cualquier movimiento sobre la izquierda del Amekran sería muy costoso, por lo que le aconsejo que, para dar alguna sensación de movimiento que distraiga las tropas de la impresión recibida, elija con preferencia el frente de Midar y territorio de M´Talza, por donde puede ir ganando a los Beni Tuzin", entendiendo que en aquellos momentos en que el enemigo se encontraba fuerte por su número y por el ascendiente cobrado, cualquier intento en demanda de Alhucemas había de ser muy costoso, y por más que impusiera esto un obligado retraso en los planes con respecto a dicha costa, no debía considerarse de trascendencia en la obra general de pacificación, y ofrecería, en cambio, la ventaja de acometer la empresa en tiempo en que, más adelantadas las fuerzas de la zona occidental del territorio, permitiría la conjunción de esfuerzos hacer sentir más enérgicamente la presión sobre la indómita cabila de Beni Urriaguel, alma y centro de la resistencia.

Ocupación de Igueriben: su objeto y condiciones.- A pesar de la circunspección impuesta por las circunstancias del territorio, dice el teniente coronel de Estado Mayor Dávila, al folio 1.290 de su declaración, que, como quiera que Beni Tuzin habíase unido a Beni Urriaguel y la harka que con intenciones ambiguas tenía establecida en Iyarnaguass, que reforzaron, implicaba un peligro para nuestra línea de comunicación con Annual en su último recorrido, decidió el Comandante general ocupar la posición de Kudia Igueriben, así como situó luego - 11 de junio - en Cheif una columna de cuatro compañías de fusiles y una de ametralladoras que pudo retirar de Beni Said, agregando el coronel de Estado Mayor Sánchez Monge - folio 268 -, que contribuía dicha posición de Igueriben a hacer más efectiva nuestra acción en Beni Tuzin, contrapuesta a la actitud hostil adoptada por esta cabila desde la caída de Abarrán, contribuyendo con efecto a garantir la expresada línea de comunicación con Izumar contra la posible incursión de la harka. Satisfacía, en su concepto, las condiciones de una buena situación militar, y conjugaba su acción con las de Izumar, Annual y Buimeyan.

A vanguardia y próximo a la posición - dice el citado teniente coronel Dávila -, situaba el poblado de Beni Asa, que era adicto.

Adelantada a nuestra línea en el estrecho entre Annual e Izumar, situada en uno de los contrafuertes que descienden de las cumbres de Yebel Uddia, paralelamente al expresado frente; posición en sí de buenas condiciones naturales de defensa, y en conexión con al estratégica Loma de los Árboles, o de Sidi Brahin, descubría y batía los barrancos que cortaban el frente de Annual y atalayaba el valle del Amekran o Kebir, pero dilataba aún más la zona de ocupación y adelantaba la amenaza de nuestro frente ofensivo en la cuenca de dicho río, con comunicaciones cuya dificultad se reconocerá a su tiempo.

Actitud observada por la harka enemiga.- La ocupación fue realizada el 7 de junio en los términos de que da cuenta el telegrama del día 8 , del folio 24, con la posición solo, durante los trabajos de fortificación, de un ligero tiroteo sostenido por la Policía con grupos destacados de la harka enemiga; los cuales grupos fueron dos fuertes núcleos que se limitaron a dicho acto de presencia; consignando el teniente coronel Dávila al folio 1.290 vuelto en corroboración, que, aun cuando luego del pasajero desaliento de la harka ante su fracaso en Sidi Dris y la acumulación de refuerzos en Annual, volvió a engrosar con nuevos contingentes del interior, alentados por Abd el-Krim, no por ello adoptó en los primeros días actitud francamente agresiva; pues ni llegó todavía a rebasar el Amekran ni mostró decisión de entablar combate el día de la referida ocupación, a pesar de los refuerzos recibidos y haberse reunido en Iyamaguas crecido número de gente y en ocasión de celebrarse zoco en aquel punto por ser martes dicho día.

Órdenes coercitivas del Alto Comisario.- No es fácil establecer, si coincidente con este hecho, en vista del programa expuesto en el telegrama de 4 de junio, o, previsoramente, el Alto Comisario dirige al Comandante general en 8 de junio telegrama - folio 642 - en que, partiendo de las noticias recibidas del campo, indicando la concentración en Tensaman de elementos rebeldes de Bocoya, Beni Urriaguel Beni Itef, le advierte "la conveniencia de abstenerse de todo movimiento sobre la línea del Amekran, y muy principalmente sobre su margen izquierda" ; y que si pasadas aquellas circunstancias se presentase ocasión favorable, debería someter sus proyectos a su previa aprobación, teniendo siempre en cuenta - cual recomendaba - que en el desarrollo de nuestra acción no había nada que apremiase ni obligase a forzar los avances, que sólo debían intentarse cuando su preparación política y los elementos materiales y efectivos de tropas garantizasen las mayores probabilidades de éxito, con la mínima ocasión de desgaste; acertada y acaso algo tardía advertencia, cuya previsión no era ociosa; pues era claro que si el Comandante general no se consideraba en medida de operar cuando demandaba elementos, la prudencia aconsejaba una discreta abstención; y justificaba la restricción que imponía a sus iniciativas el hecho mismo de que en el telegrama citado del 4 de junio expresabadicha autoridad, no obstante la falta de elementos cuya necesidad encarecía, que como la inactividad en aquellos momentos la consideraba perjudicial, aprovecharía, si se le autorizaba para ello, cuantas coyunturas se presentasen para ir desarrollando el plan ; en tanto, cuanto permitiesen los elementos de que disponía, cuyo rendimiento intensificaría ...; siendo así que habíase reconocido habían llegado a su máximo de elasticidad.

Aún considera necesario insistir el Alto Comisario en sus precedentes advertencias, y en telegrama de 17 de junio - folio 643 -, al darse por enterado de la agresión a la descubierta de Buimeyan el día anterior, y solicitar aclaración del hecho, reitera que mientras subsista la concentración adicional del enemigo en todo su auge, considera "será expuesto a combates violentos todo intento o servicio a vanguardia de las posiciones".

Concentraciones y aprestos del enemigo.- Cual queda apuntado por las confidencias resumidas y confirman otras, todas las recogidas por las oficinas indígenas de información desde principios de junio, fecha de los antecedentes aportados al expediente - folio 552 y siguientes - convenían con el estado de alarma e inquietud provocado en el territorio consecutivamente a la caída de Abarrán, los trabajos de instigación que se venía ejerciendo sobre las cabilas sometidas, el incremento de la harka de Tensaman, merced a los preparativos y activa propaganda de Abd el-Krim y sus manejos para la absorción del Mando, así como los propósitos declarados de obrar activamente sobre las posiciones avanzadas y líneas nuestras; de igual modo que las concentraciones de otros núcleos rebeldes en Tafersit, Tizi Aza y Metalza, denotadores de la extensión y generalidad de la agitación.

No era ya discreto abrigar, bajo tal aspecto de la situación, la confianza que en su optimismo reflejaba el informe de 16 de febrero -folio 233- de lucharse con un enemigo carente de organización y dirección, atendido a defender con el tesón que sus recursos le permitían la integridad de su territorio, sin tomar la ofensiva sino para agresiones aisladas y sin continuidad, cual acreditaran hasta entonces las harkas de Cheif, Tafersit, Tauarda, Afilaz y Beni Urriaguel. Su acometividad se había manifestado a la sazón de manera resuelta y decidida como la abundante provisión de sus recursos, la mejora de su armamento y el cambio de sus procedimientos de acción, según lo había acreditado en los asaltos dirigidos a Abarrán y Sidi Dris.

Juicio del Comandante general acerca de los sucesos.- Mas todas estas manifestaciones que estaban a la vista, todos no debieron abrirse paso en la reflexión del Comandante general, sino tardía y penosamente, cuando el telegrama del 9 de junio - folio 561 -, dentro de considerar la situación "algo delicada" limitaba su importancia a atribuir el carácter de hechos aislados al fracaso de Abarrán, cuya causa primordial atribuye a una equivocación política, siempre reconvenible en su ánimo - carta del 15 de julio, folio 375 - a la que en intrínseca de la intervención poco afortunada de la Policía, como en su lugar quedó señalado, y no a la esencial del error de dirección que a dicha política imprimía. En este concepto sintetiza el coronel de Infantería Salcedo, al folio 662 vuelto, la causa de los sucesos, imputándolos "toda una equivocación política y militar unida a una desorganización, o por lo enos mala organización militar y política" , como reconoce igualmente el teniente coronel Fernández Tamarit - folio 1.199 -que el desastre militar acaecido en el territorio constituye el fracaso completo de los métodos y procedimientos aquí empleados, cuyas causas eficientes, a su juicio, señala, como en su lugar serán recogidas.

Propósitos que le animan.- Así es que en dicho ánimo, el Comandante general, prosigue en el expresado telegrama de 9 de junio, que el mérito a que las operaciones hasta entonces efectuadas había sido complemento y resultado de la preparación política, sin que se produjera alarma en el campo indígena, suficiente a provocar la reunión de fuertes harkas, no acertaba a explicar la causa determinante de la formación de la levantada; ante la realidad, a cuya existencia se veía, no obstante, obligado a preparar todos los elementos de que disponía para aprovechar oportunidad de infligirla duro castigo o rechazarla, caso de ataque, reiterando con este motivo la petición de elementos que enumera, no muy proporcionado a los alarmantes síntomas de la situación.

Impresión favorable que resume el Comandante general acerca de la situación.- En la carta que antes se cita, y al folio 577, perdura el Comandante general de la favorable apreciación de la situación, manifestando que "permite ésta afirmar, dentro de las naturales reservas y seguridades que cabe aventurar, tratándose de carácter tan versátil, impresionable e independiente, cual es el de los indígenas de esta zona - ha desaparecido la efervescencia producida en la zona sometida, y de expectación en algunas cabilas sometidas, y la delicada situación a que diera lugar la pérdida de Abarrán y la defección de Tensaman, considerando, además, como suficientemente asegurada y fuerte nuestra línea de contacto con la zona insometida para detener cualquier ataque o conato de penetración en toda la harka enemiga ...".

Reiteración de sus propósitos con miras a Kilates.- Y en esta predisposición de espíritu, conforme a las indicaciones verbales, como a las órdenes expresas recibidas del Alto Comisario, le significaba, al propio tiempo, que se abstenía de proponerle operación alguna con miras a dar un golpe a la harkasituada en Tensaman, ni a extenderse por aquella parte; si bien, y a pesar de todo, le sometía la conveniencia de preparar la acción sobre dicha levantada cabila para dirigirla en tiempo oportuno sobre la zona costanera de Kilates asegurando de antemanoel flanco izquierdo del sector de Beni Ulixech, y afirmando la dominación del valle de Uad el-Kebiro-Amekran, con sus poblados, mediante pequeñas operaciones sucesivas que permitieran ir ocupando los cinco contrafuertes principales, que partiendo de la divisoria de Yebel Uddia descienden hacia Igueriben paralelamente al que era nuestro fuerte, y por los que discurren los caminos del zoco El Jemis, Amesauro, Axdir e Iyarmaguas, que por la parte de Uddia abren comunicación a las cabilas de Tafersit y Beni Tuzin, a través de Tizi (paso) Maaret, Tizi Alma y Tizi Asa, las cuales comunicaciones utilizaba el enemigo para trasladarse de un lado a otro de nuestro frente.

Resultados que se prometía de sus operaciones en bosquejo.- Bien pensado estaba el plan de estas operaciones, como acertado era en su finalidad, pero fuera por completo de oportunidad y noción de realidad y por la ocasión en que se proponía revelaba una confianza desmedida en el propio obrar o el desconocimiento efectivo de la situación. Presumía aún el Mando que de este modo fuera fácil conseguir poco a poco el desalojamiento de la harka al otro lado del río; harka que calculaba fuerte, de unos 1.500 fusiles, la consideraba a la sazón repartida en grupo entre Tizi Asa, Asgut, Amesauro, Axdir, Beni-bu-Yacub, Tizza, etcétera, con guardias avanzadas a su frente; apreciaciones muy lejos de la efectividad de los contingentes, como luego los hechos demostraron.

Prosiguiendo en sus ilusorios proyectos, agregaba en la misma carta - folio 578 - que dominado el valle del Kebir y sus poblados y asegurada fuertemente esta línea, si la situación política con los Beni-Urriagueles no hubiese variado con respecto a la entonces existente, se podía en tal caso estudiar una operación militar a fondo para recuperar el fatídico Abarrán y tomar el Zoco el Telatza de Beni Buidir, y el Tizi Takariest para caer sobre la fracción de Trugut, combinada esta última parte con la escuadra para distraer al enemigo por el lado de la costa ...

Aún llegaba el optimismo a suponer - folio 577 - que la falta de ocasiones en que poder realizar tal harka un golpe de mano, el agotamiento de recursos para subsistir sobre el país en que estaba asentada y singularmente, las exacciones y vejaciones que venía cometiendo en Tensaman, provocase cansancio y escisiones entre unos y otros que diesen por resultado fueran esfumándose los contingentes, pero que de todos modos, no favorecía mucho a nuestra actuación permanecer inactivo de manera constante, pues a la pérdida de prestigio en que supondría ante los sometidos, vendría a unirse la zozobra que sentirían las cabilas lindantes con la harka, ante el temor de no verse suficientemente garantizadas; creyendo por ello de necesidad ir preparando la actuación para iniciarla en momento preciso, en los términos que antes quedan relatados.

Los hechos habían en breve de sacarle de su ofuscación.

Antes de cerrar la carta puede recoger en su postdata la persecución de los redoblados ataques a la harka -folio 579- reconociendo que la situación "vuelve" a ser delicada e indicando la necesidad de prevenir ciertas medidas y elementos ya formulada su petición del telegrama del 13 -folio 25-.

Renovación de las hostilidades por la harka.- La ocupación de Igueriben, dependiente o enlazada con las anteriores consideraciones, había producido sus naturales efectos a tenor de lo que expresa el Alto Comisario en telegrama de 16 de junio -folio 26- en que participa que creyendo la harka enemiga que nuestras tropas hubieran de proseguir el avance en dirección al zoco El Jemis de Tensaman, había mostrado gran actividad avanzando nutridos núcleos de ella por la margen derecha del Amekran, en el intervalo comprendido entre las posiciones de Igueriben y Dar Buimeyan, hostilizándolas fuertemente el 14 de junio, siendo batido por el fuego combinado de dichas posiciones. Agrega que la harka incendió el poblado de Amesauro, distante algo más de cuatro kilómetros de Igueriben, retirándose hacia Sidi-bu-Yacub, e insinuando la presunción infundada de que empezó a marchar su gente, que consta de crecido contingente a cuyo frente estaba Abd el-Krim.

Preparativos y allegamientos de contingentes a la harka.- Atento a lo que declara el teniente médico Vázquez Bernabeu , de la 12° mía de Policía - Bu Hafora -, y eventualmente destacado en Buimeyan - folio 1.067 - desde el mes de junio, hacia su cometido, ya se notaba anormalidad en el campo enemigo, al que llegaban numerosos contingentes, viéndose un día una fuerza a pie en dirección a Mesauro que desfilaba de a uno, ocupando próximamente una extensión de cuatro kilómetros.

Un día impreciso, anterior al al salir el declarante con el servicio de descubierta y protección de aguada, que se establecía en la loma de Sidi Brahin, vulgarmente llamada de los Árboles, tuvo ocasión de ver en unos poblados al pie de la misma, las fuerzas que supone fueron llegadas el día anterior y a que se ha referido, las cuales estaban ordenadamente formadas en tres agrupaciones como columna de compañía, que hacían salvas y que, según se supo después por confidencias, se habían reunido para prestar juramento.

Combate del 16 de junio.- Manifiesta que, recibiéndose aviso el 15 de junio de que una fuerte concentración enemiga, realizada en el morabo de Sidi Brahin, intentaba oponerse a que se establecieran los servicios en aquella loma ya en resuelta actitud de hostilidad. Daba cuenta de esta novedad al general segundo jefe, que se encontraba en Annual, consultando, en su vista, si se suprimía el servicio; como hubiera de manifestar que no, a la madrugada siguiente, para tratar preparatoriamente de dejar el bosque, se abrió fuego de cañón, el cual fue mandado suspender de orden de dicho general, según el testigo tiene entendido, obedeciendo al criterio de que para los servicios de descubierta no se debían emplear tales medios.

Salieron, en consecuencia, a establecer el servicio todas las fuerzas indígenas de la posición. Pudieron llegar sin ser hostilizadas, dando un rodeo para tranquear la loma, hasta su cumbre, donde, adelantándose hasta unos doscientos o trescientos metros de los Árboles, fueron recibidos con nutrido fuego del enemigo; reseña el testigo las fases subsiguientes del combate, por resultas del cual, la Policía, que por tres veces intentara retroceder abandonando el puesto, siendo contenida por los oficiales, que hubieron de apelar para ello al último rigor, al cuarto intento de dispersar, sin poder ser reducida, consiguiéndose al cabo recogerla en una loma a retaguardia y replegarla luego a otra más próxima a la posición de Buimeyan, apoyadas en esta situación las fuerzas por otras Regulares, con una batería de montaña salida en auxilio de Annual, pudiendo sostenerse hasta las dieciocho y efectuar la retirada de Buimeyan.

En esta última posición, dice, ya el enemigo cubría con sus fuerzas todo el frente, desde Igueriben a Buimeyan, por delante de Annual; desde este día, el servicio normal, agrega, dejó de establecerse en la loma de los