AHN. TS-R. Expediente 50.10. Folios 2178 a 2187.
Situación en vísperas de Abarran.- Necesidad de consolidar lo ocupado.- Era impresión general, y la recoge y consigna el Alto Comisario en su carta del 17 de abril, que la situación política en la región de Melilla en la época que precediera a los inesperados sucesos era francamente buena, tanto en las cábilas desde largo tiempo sometidas como en la que recientemente habían hecho sumisión, y abundando en esta creencia, dice el teniente coronel de Estado Mayor Dávila, jefe que era de la Sección de Campaña de la Comandancia General, en su declaración del folio 1284, que apreciada en sus términos generales la situación política del territorio ocupado, hasta el día de la operación de Abarrán tenía que considerarse buena y como de franca sumisión, juzgando por la tranquilidad que venía observándose una vez realizadas las operaciones sobre Beni Said y Beni Ulixech, y dado, además, que en la zona ocupada, inmediata a la línea de contacto, se mantenían relaciones amistosas con las fracciones de Fetacha, Ulad Hedra y Ulad Dris en Metalza, con las de Beni Buyari y Beni Melul en Beni Tuzin y en la cábila de Tensaman, con cuatro de sus cinco fracciones de Beni Margnin, Beni Buidir, Beni Taaban y Rebaa el Fokani, manteniéndose solo apartada la de Trugut, en la que estacionaba la harka de Beni Urriaguel, y que esta favorable situación política se reflejaba en la militar, la cual desenvolvía todos sus servicios en completa tranquilidad, no obstante lo cual, se tenía expuesto al Mando la inteligencia de no ser suficientes las fuerzas y elementos de que disponía para proseguir la acción militar; que, antes bien, requería dedicar la atención a consolidar y afirmar el dominio de la extensa zona ocupada, y precisaba, además, asegurar la libertad de movimiento mediante la habilitación de caminos y aprestar de consumo los elementos consiguientes de fortificación, campamento, transporte y telecomunicación; aparte otras consideraciones de orden político, todo lo cual imponía parsimonia.
Proyectos
del Mando en orden a Alhucemas.-
Explica dicha declaración que
abrigaba el Mando el proyecto de ir extendiendo la zona de dominio
hasta situarse en condiciones de ejercer acción sobre el territorio
de Alhucemas, formulándose en consecuencia el
plan
que fue sometido al Alto Comisario
y del cual trataran
ambas autoridades en la entrevista que celebraran en aguas de aquella
isla, cual se desprende del cambio de comunicaciones habido, y
algunas se recogen en lo actuado. Para la explanación de tales
designios procedióse al estudio de un plan que condujera en
sucesivas etapas a la ocupación del áspero contrafuerte terminal de
Kilates y dominio de la margen derecha del curos inferior del río
Neckor, siguiendo la línea de penetración determinada por el camino
del zoco El Telatza de Beni Buidir, en Tensaman, y el Tisi Takariest.
El desarrollo de este plan se iniciaba con una operación en la que
tomarían parte tres columnas, siendo el objetivo ocupar las colinas
de Tamarabat, en las que se establecerían posiciones sobre Abarrán
-525 metros de altitud- y Taurit Imedlen -575 [metros]-, más la ocupación
del zoco El Jemis de Rebaa el Fokani, si las circunstancias fueren
propicias para esto último.
Operaciones preliminares en Beni Tuzin.- Nada se resolvió sobre este plan, dirigiendo por de pronto el Mando sus miras a adelantar la línea de contacto por la parte del Midar, a fin de dejar dentro de la zona de ocupación los poblados adictos de Beni Buyari y Beni Melul. Tales propósitos son los que indica el Comandante General en su carta al Alto Comisario de 29 de mayo -folio 238-, con el fin de ir adiestrando los reclutas, afirmar Beni Tuzin y fortalecer el flanco izquierdo, asegurándolo de cualquier incursión de la harka con nuevos avances hacia Axdir; operación a que hace referencia la declaración del folio 658 vuelto, y que había de verificarse en los primeros días del mes de junio con el concierto de tres columnas.
Y
cuando por todo esto parecía apartada por el momento la atención de
la zona del Amekrán, es inesperadamente convertida de nuevo hacia
ella y acordada la inmediata y perentoria ocupación del Abarrán; en
mérito de lo cual, en los últimos dias de mayo -siguiendo la
relación de hechos de la declaración del folio 1284 - se presentó
en la Sección de Campaña de la Comandancia General el
comandante
Villar
, jefe del sector de Policía del Kert, en demanda de las
instrucciones y elementos que fueran consiguientes para llevar a cabo
la ocupación de dicho monte mediante una operación de Policía que
había sido resuelta la mañana del mismo día, en entrevista con el
Comandante General, siendo ésta la primera noticia que de ello
recibiera la referida Sección de Campaña.
Estudio previo de la operación
de Abarrán.-
Por el informe de fecha 25 de abril, que se une al
folio 1797, se viene en conocimiento del estudio preliminar de esta
operación, verificado por el expresado comandante de la Policía en
virtud de la orden que en cabeza figura haber sido dada por el
coronel jefe de la Subinspección de Tropas y Asuntos indígenas de
territorio, cifrado dicho estudio en tres operaciones en Tensaman,
para establecer posiciones en Axdir, Monte Abarrán, y otra
intermedia entre esta última y la divisoria de Cabo Kilates.
Situación del territorio
aledaño.-
Descansa el informe en el examen de la situación
política del territorio, considerando como "zona
sometida", aunque no ocupada, todas las fracciones de Tensaman,
con la excepción de la conocida de Trugut, y como insometida la que
empezaba en la divisoria de los valles del Amekrán y del Neckor,
deduciendo de su razonamiento considerarse favorable a nuestras miras
la política de la zona sometida, y con respecto a la refractaria,
entender limitados nuestros movimientos, tanto en dirección de Yub-el-Kama
- en Tizi-Yub, paso al valle del Neckor - como hacia Ras Sid Chaib -
O. de Cabo Kilates -, a través de las farcciones de Beni-Taaban y de
Beni-Buidir.
Comunicaciones.- Orden de
las operaciones.-
Examinando las comunicaciones más ventajosas,
tanto desde el punto de vista topográfico, como político, y atento
a la estructura del macizo de Abarrán, cuyo acceso más suave es por
Uad Sidi Hach Brahin, en tanto que lo reputaba punto menos que
imposible desde el río Igerzanen, que corre por el zoco El Telatza,
de Beni-Buidir, resume su parecer en que las operaciones pudieran
efectuarse en el orden de Abarrán, zoco El Telatza y Axdir; que
consideraba que esta última operación pudiera quizá realizarse sin
fuego; pero que también fuera posible que al darse cuenta la harka
del avance hacia Iyarmagua, se corriese por los montes de Beni-Tuzin,
de modo análogo a como lo había hecho en Azrú Bidar - sobre Tizi-Yub
- y divisoria de Kilates. Por tanto, efectuando antes el avance sobre
Abarrán y el zoco El Telatza se amenazaría el flanco derecho de la
harka, pues Azrú Yidal quedaría bajo el cañón de Abarrán, y
entendía no fuera fácil se aventurara a extender el flanco, y en
consecuencia de ello, y haciendo activa labor política cerca de los
Beni-Acqui y Beni-Belaiz, para efectuar la subida a dichas fracciones
de Beni-Tuzin, consideraba posible se atravesase fácilmente Yub-el-Kama,
cosa que por aquellos momentos no podía esperarse.
Dirección más favorable.- Finalmente, proponía que la ocupación de Monte Abarrán y de zoco El Telatza se hiciese remontando el valle de Sidi Hach Brahin, mientras que otra columna simulase el ataque hacia Beni-bu-Yacub.
La distancia de Dar Buy Meyan,
última posición ocupada en la zona avanzada, al zoco El Telatza,
pasando por Buydinar, se calculaba en dos horas, y por Sidi Hach
Brahin, en tres y media.
Existencia de la harka de
Beni-Urriaguel.- Entorpecimientos de la acción política.-
Del
curso de esta exposición se comprueba que la harka de Beni-Urriaguel
se había mantenido estacionaria hasta entonces en Yub-el-Kama,
cubriendo el paso de Takariest, el más directo y transitable que
guiaba a las márgenes del Neckor; pero revuelta dicha cábila contra
los pensionados que hicieron acto de presentación en Alhucemas ante
el Alto Comisario en su visita a la plaza, imponiéndoles multas y
cometiendo algunos desmanes y violencias, como el atractivo de las
depredaciones a que prometieran librarse, determinaron, de consumo,
el incremento de la harka, destacando entonces guardias o avanzadas
al inmediato Arzu Yudal, cuya loma fortificaron, y otra a las
proximidades del Suani, poblado del caid Al-Lal-de-Trugut, y aún
llegó a adelantar otra a la Zauia de Beni-bu-Yacub, todo lo cual
limitaba nuestro campo de acción, cual antes queda indicado, y es
bueno hacer constar que el Comandante General, en sus manifestaciones
confidenciales, abundaba en la idea de que dicha visita del Alto
Comisario a Alhucemas había entorpecido y perjudicado sus trabajos
de expansión, como de ello hace expreso comentario en su carta de 15
de julio -folio 574-, al consignar que "perdida en aquella
fecha ocasión tan favorable -de actuar en mayo anterior -, los
elementos rebeldes de Beni-Urriaguel emperazon a moverse,
comprendiendo que con la sumisión de Tensaman pronto se salvaría el
promontorio de Kilates y extendería el Majzén su influencia por su
terreno, comenzando por establecer guardia en Tizi Yub, y que podía
casi asegurarse que el punto de partida del movimiento habido por
parte de los Beni-Urriagueles había sido la visita hecha a la plaza
de Alhucemas, pues la presencia de tres barcos de guerra, las salvas
de honores y otras demostraciones soliviantaron los ánimos de los
insumisos".
Labor política poco eficaz de la mía 15°.- Pérdida de la oportunidad.- Se da también el caso de que en dicha carta se lamenta el Comandante General de la labor poco eficaz del capitán Margallo, de la 15° mía de Policía, de Tensaman, que llevaba la gestión cerca de la cábila, dando ocasión a su relevo incidental, días antes de Abarrán, por el de igual clase Huelva; labor que -dice- hubo de contribuir al aumento de la harka, como asimismo -añade- el que los informes no fuesen tan exactos y veraces como debieran haber sido, unido esto a las dificultades del dialecto regional para la inteligencia de intérpretes y oficiales en posesión del árabe y la traición de la harka auxiliar, determinando todo la pérdida de aquella posesión. Pero, a su vez, dicho capitán Margallo, a tenor del interrogatorio del folio 1.210, atribuye al Comandante General la independencia con que obraba en casos de la Oficina Indígena, y aun en otros, con opuesto criterio, y tacha, por su parte, de falsas, según dice pudo comprobar, las confidencias que directamente aquél recogiera; pero, en síntesis, de las declaraciones del dicho capitán se deduce que favorablemente dispuestos, a lo que parece, los tensemanis, dos meses antes de sobrevenir los sucesos, a consentir la ocupación de Abarrán, y creyéndola él por su parte viable, siempre que se concertase con las de Tizza y Zaida, en Beni-Taban, para cerrar la costa a los Beni-Urriagueles, paró empero, la oportunidad de la ocupación pedida por los jefes de la cábila, sin que, según sus manifestaciones, por aquella fecha, presentara oposición Beni-Urriaguel.
Suscitó luego la visita del
Alto Comisario a Alhucemas - a principios de abril - según las
referencias que con reserva acoge, desavenencias entre los
principales jefes como consecuencia de la presentación que ante él
hicieron algunos jefes de Beni-Urriaguel, y anunciaron los tensamanis
que si no se ocupaba inmediatamente la posición expresada de
Abarrán y se les protegía se verían obligados, cediendo a la
presión de los Beni-Urriagueles, a unirse a la harka; empeorando
progresiva y rápidamente la situación, a tenor de la declaración,
hasta juzgarse irrealizable la operación más tarde, amenazados ya
los tensamanis de manera directa por la numerosa harka formada. No
cree, en suma, el declarante, que se hubiera ofrecido
circunstancia
favorable
para determinar la precipitada ocupación del monte
referido llevada a cabo por el comandante Villar.
Juicio sobre la precipitada empresa de Abarrán.- Por su parte, el coronel de Infantería Riquelme, actual jefe de la Subinspección de Tropas y Asuntos Indígenas, y conocedor del terreno, en su declaración al folio 1.775 , manifiesta paladinamente, en orden a los planes del Mando sobre la divisoria del Amekrán y el Neckor, su concepto pesimista del resultado si no se hacía con medios proporcionados y precedida de intensa acción política en Tensaman, que asegurando la neutralidad de los montañeses de ella permitiera batir la harka de Beni-Urriaguel, Beni-Tuzin y Bocoya reunida en Yub-el-Kama; harka que ya en abril pasaba de los tres mil hombres, y que si no hostilizaba intensamente a las posiciones de la orilla derecha del Amekran era debido al propósito indudable de organizarse, instruirse y aun fortificarse; temores que asimismo tuvo oportunidad de exponer al Alto Comisario en ocasión de su visita al territorio a mediados de abril, informándole de las noticias del campo y de los peligros de una sedición de los Beni-Ulisis en caso de un revés en Abarrán, dado lo poco consolidado de la acción política en el territorio ultimamente ocupado, como en esta misma cábila, cual acusaban varios síntomas reveladores de su desapego.
Y si en cuanto a los términos
en que políticamente hubiera preparado la ocupación no tiene
elemento de juicio, respecto a la forma en que la ocupación de
llevó a cabo la juzga imprevisora, al cometerla a una reducida
columna secundando la sola y directa gestión cerca de los jefes de
la cábila realizada por el comandante Villar, jefe del sector,
habiendo podido también contribuir a ello, a juicio del testigo, el
equivocado concepto formado acerca de las informaciones recogidas por
la Oficina Indígena de Alhucemas, a fines de mayo, sobre la
importancia de la harka concentrada en Yub-el-Kama, su organización,
mando único de Abd-el-Krim, los elementos acumulados y sus
propósitos poco tranquilizadores para nuestra proyectada acción
sobre el contrafuerte montañoso de Kilates, a que pudiera dar margen
la frívola apostilla puesta a dichas informaciones por el comandante
militar de aquella plaza al transmitirla a la Oficina Central,
consignando que todo ello era pura fantasía por no existir tales
gentes, ni el mando único que de atribuía al citado jefe rebelde -
folio 1787.
Apremiante ocupación de Abarrán.- Desacierto, considera en rigor, fue emplear la pequeña columna al mando del comandante Villar, para la ocupación del ambicionado monte, a pesar de haber manifestado uno de los jefes de Tensaman, Fakir Mohamed-Ukarkach, de que se hace eco el declarante, en la reunión preparatoria para la ocupación, que había unos tres mil beniurriagueles en la harka cercana a Abarrán, aconsejando el empleo de tres fuertes columnas para asegurar el éxito de la operación, pues de lo contrario presumía un fracaso y se verían además en peligro los poblados de Tensaman, adictos a España; no obstante lo cual se hizo la operación bajo el apremio de la impaciencia del Mando, acordando la inmediata ocupación de Abarrán, sin duda fiado en seguridades de los adictos de dicha cábila, quizá abonadas, en orden a lo que declara el teniente coronel Dávila, al folio 1.284, por la presencia en los últimos días de mayo en la Oficina Indígena del mokaden de la Zaiua de Sidi-bu-Yacub, lo que induciría a pensar haber llegado la oportunidad apetecida, aun cuando merecería la confianza del coronel Morales, jefe de dicha oficina. Y agrega al folio 1.288 que Abarrán se encontraba a retaguardia de la casa del indígena Ukarkach, uno de los principales jefes de aquella zona, que en unión de Haddú Boaza y otros jefes fueron los que intervinieron en las gestiones y realizaron la ocupación.
Concertada la operación directa y personalmente por el Comandante General con el comandante Villar, y prisionero este jefe, recientemente muerto en el cautiverio, no ha sido dable conocer la labor política realizada que pudiera haber dado por resultado la decisión de ocupar la posición perentoriamente y "por sorpresa" sin comprobar la sinceridad de las disposiciones de los naturales que a ello indujeran, como tampoco discernir si el expresado jefe obraba confiado por las falaces promesas de la cábila y seducido por lograr un éxito o cediendo al deseo de secundar decididamente las instigaciones del Mando. De todos modos, bien apreciados los términos de ejecución material de la operación, dan vehementes indicios de que no obraba asistido de plena confianza a pesar de sus alardes.
El hecho es que dicho jefe, en telegrama urgente de 29 de mayo, atendiendo al deseo de los indígenas de que avanzase a Abarrán, solicita autorización para realizar el miércoles (1° de junio) la operación concertada, que considera conveniente, y entendiendo poder efectuarlo en la forma en principio convenida con la Sección de Campaña.
En su vista, se comunican en telegramas del 31 al jefe de la circunscripción de Annual las órdenes para que se facilitase al comandante Villar los elementos que designa para llevar a cabo "el cometido que le ha prevenido", sin expresar cual fuera, y correlativamente se da conocimiento al Alto Comisario en telegrama del mismo día 31, de que de acuerdo con el jefe de la fracción de Beni-Buidir - Tensaman -, al día siguiente, miércoles, sería efectuada una operación para ocupar el repetido monte Abarrán, precisando su situación en la divisoria de aguas del Iguerzauen y el Asgar, en territorio de aquella fracción, próximamente en la línea destinada por los poblados de Iguarzanen y Abeljas, el cual detalle me parece indicar no fuera localidad de antemano conocida en proyecto por el Alto Comisario. Se presenta la operación como de policía, a realizar por tres mías de dichas tropas reforzadas con regulares y otros elementos peninsulares.
También anuncia en dicho telegrama para el sábado 4 otra operación en territorio de Beni-Tuzin, zoco de Midar, con el propósito de ocupar Taurirt, Tameland, Kudia Afelun y Tizi Tamsich.
Realizada la operación bajo
tal aspecto, aunque habiéndose adoptado algunas medidas, según
expresa el teniente coronel Dávila, al folio 1.289, para la
eventualidad de tener que intervenir militarmente, el Alto Comisario,
en telegrama de 2 de junio, folio 1.500, manifiesta quedar enterado
con satisfacción de la ocupación de referencia, y agrega que aun
cuando las otras operaciones anunciadas, y a que se refiere el
telegrama, suponía estuviesen comprendidas en el plan de que
trataran en su última visita a Melilla, deseaba conocer, y por ello
solicitaba ampliación de detalles y fecha de su proyectada
realización,como advertido o prevenido por la inesperadamente puesta
en ejecución.
Juicio sobre la operación.-
De manera unánime se juzga en el conjunto de declaraciones la
temeridad y falta de preparación de la operación llevada a cabo e
influencia fatal en el curso de los sucesos a que dio origen: en vía
de concretar las citas, resulta que emiten opinión desfavorable a
ella el teniente coronel del Regimiento de África, Fernández
Tamarit, como puede deducirse de sus bien fundadas consideraciones
del folio 1206, al juzgar la empresa acometida y sus esperadas
consecuencias; así como el comandante de Ingenieros Alzugaray, jefe
del sector en las funciones inherentes al Cuerpo, folio 1116, que ni
aun tuvo noticia de la operación; el capitán de Ceriñola Catalán,
folio 1002, y el capitán González Longoria, folio 492, de la 11°
mía de Policía, mantenida en reserva en Annual durante la
ejecución en el concierto de medidas adoptadas por parte de estas
tropas para llevarla a cabo, de que da razón el parte del coronel
Morales, jefe de ellas, que se une al folio 241, concertadamente con
los movimientos de fuerzas realizados en consecuencia del fracaso de
la operación y ocupación subsiguiente el 3 de junio de Kasba el Dar
- Tililit-, y en general sería materia prolija recopilar los juicios
adversos vertidos en el curso de las actuaciones que se resumen en
los conceptos de que fue prematuro el intento por falta de
aseguramiento de los territorios atrás ocupados, y de preparación
política y material en la ejecución, y desmedido en su alcance, y
que fue, en suma, desacierto, temeridad e impremeditación aventurar
el avance a Abarrán, obrando con un exceso de arrojo o ciega
confianza que sólo puede explicar el impaciente deseo, la
obstinación de llegar a Alhucemas a toda costa, sin reparar en la
forma; pues tiene motivo el Juzgado para inferir del sentido
suspensivo del final de la declaración del teniente coronel
Fernández Tamarit, folio 1207, que al enojo manifestado por el
Comandante General por el aplazamiento del envío de los refuerzos
que pedía hasta resolverse la ación entonces emprendida en Beni-Arós,
en Yebala, respondía el íntimo y decidido propósito de ir con todo
a Alhucemas.
Posesión precaria de Abarrán.- Por lo demás, la posesión de Abarrán, sin caminos, a distancia, sin factible auxilio, atendido a los medios de que el Mando podía disponer, quedaba a merced del enemigo desde el momento que se resolviera a mostrarse hostil amparado en la escabrosidad del territorio, pues no podía abastecerse ni socorrerse en caso de asedio, sino mediante combates empeñados, para los que carecía de elementos adecuados al esfuerzo, como el caso de Igueriben, posición mucho más cercana, con harta elocuencia pregona, y fiar en el concurso de los naturales adictos de la región de asentamiento, sólo cabía esperarlo en el caso de que nuestra propia fuerza hubiese podido asegurar su protección contra el peligro de la harka enemiga.
Y siendo, mejor dicho, prediciendo que fuera una posición eminentemente ofensiva, un apoyo adelantado con propósito de aproximación y amenaza al lomo divisorio de montes que resguardaba al Neckor, para ser eficaz hubiera tenido necesariamente que estar organizada activamente con fuerzas y medios, y no ser un puesto más, en la indefensa e interminable serie de posiciones sembradas en el territorio.
Abundando en análogo juicio, dice el teniente coronel Ros, del Regimiento de Ceriñola, en declaración del folio 1367, que por haber estado encargado accidentalmente del mando del Cuerpo y circunscripción a él asignada en ausencia del coronel Riquelme, con permiso en la península en aquel tiempo, se hallaba en Annual, que el 31 de mayo recibió la orden de aprontar al comandante Villar, a la sazón al frente de la posición de Buimeyan, los elementos de fuerza y medios que especifica, aunque sin indicarle el objeto determinado de su destino; que presentado dicho jefe en la tarde del mismo día, mandó prevenir la columna para la una de la madrugada del 1° de junio, indicando que proyectaba una operación sobre el monte Abarrán que intentaba realizar por sorpresa, pues si se enteraban los moros, el fracaso era seguro; y si se realizaba con éxito se tenía ganado el sesenta por ciento para dominar la había de Alhucemas, contando para ello con la cooperación de una harka auxiliar de Tensaman; mas entiende dicho teniente coronel que no hubo tal sorpresa, pues que a las once de la noche aparecieron hogueras en los montes, denunciando que los moros estaban advertidos y de hecho apercibidos.
Salió, con todo, la columna a la hora precisada, y a las seis ocupaba el monte sin resistencia. Agrega que como a las nueve de la mañana se presentó en Annual el Comandante general, y puesto al habla con el comandante Villar hubo éste de decirle que tenía muy cerca a la harka enemiga en actitud expectante y con la cual se insinuaba, textualmente, "te timaba".
A las doce, y visto el sesgo favorable de las cosas, el Comandante general se dispuso a regresar a la plaza, diciendo al salir al coronel Morales, de la Policía, que le propusiera, por el buen éxito logrado, al comandante Villar para recompensa, representando el coronel que confesaba su equivocación, pues no creía que la operación se hubiese desenvuelto así, y que deseaba en lo sucesivo incurrir en la misma equivocación siempre que se alcanzase el mismo éxito; deduciendo el testigo, por la forma reservaba de la expresión, que aquel jefe no estaba muy convencido de la operación, por lo menos ejecutada en aquella forma; como corrobora el capitán ayudante del Regimiento del Ceriñola más explícitamente al poner en boca de dicho coronel -en declaración al folio 1.002- la prudente objeción ante el aparente buen éxito "que aunque celebraría equivocarse ya se vería lo que pasaba después."
De igual extrañeza se hizo eco
el aventurero Angelo Girelli, allí presente, sujeto sospechoso que
en algunos lugares del actuado sale a colación, siempre como persona
de dudosos antecedentes -folio 467.
Ejecución de la
operación.-
Con referencia a la ejecución material de la
operación da cuenta de ella el parte del propio jefe de la columna,
comandante Villar, y la información que con motivo del fracaso de la
misma se instruyera y que en testimonio comprensivo de los
principales lugares se incorpora al expediente -al folio 1.699-, así
como la declaración complementaria del teniente coronel de Ceriñola
D. Manuel Ros Sánchez, antes citada.
Orden de marcha.-
Puestas a disposición del comandante Villar en la tarde del 31 de
mayo las fuerzas ordenadas por el Comandante general, en la suma de
elementos que indicaba, y todos los mulos de Ceriñola para el convoy
afecto de municiones, víveres, agua y material de fortificación,
organizó dicho jefe su columna en el orden que detalla, de tres
mías de Policía en vanguardia, dos secciones de Regulares, dos
compañías de ametralladoras de Ceriñola, dos compañías de
Zapadores, dos baterías de montaña, cargas de municiones,
ambulancia, compañía de Intendencia, sección de Regulares y dos
compañías y un escuadrón de estas fuerzas; en total, 1.461 hombres
y 485 cabezas de ganado, fuerza excesiva en verdad para un
comandante.
Ejecución de la marcha.-
En dicha disposición salió de Annual, a la una de la madrugada del
día 1° de junio, con dirección al poblado de Kasba el Fokani; a
las cuatro y media cruzaba el valle del Amekran, a ocultas de las
guardias avanzadas del enemigo, siguiendo luego por su afluente Si el
Hach Hrabin, y al kilómetro se empezó a remontar el macizo de
Abarrán (525 metros), que se coronó a las cinco y media, y a las
seis, allegados los materiales, se empezó a fortificar; trabajos que
dice "terminados" a las diez y cuarenta y cinco, con
capacidad para trece tiendas, emprendiendo a las "once" la
retirada rectamente hacia Dar Buimeyan, cruzando el Amekran agua
abajo de Budinar, por haber visto la situación de la harka amiga
auxiliar de Kasba el Fokani, que con su colocación el morabo de Sidi
Ismael impedía la bajada de la guardia de Azrú Yidal, habiéndose
efectuado la marcha en los términos que el parte describe, venciendo
las dificultades del terreno y de los malos pasos, realizada de noche
y por pendientes en extremo duras, y efectuando un largo rodeo de
quince kilómetros a la desfilada para abordar la cumbre por el sitio
de más fácil acceso, pues atento a lo que depone el teniente de
Artillería D. Antonio Gómez López -folio 1.710 vuelto-, fue
preciso marchar de a uno por la naturaleza del territorio y senderos,
agregando el capitán González Longoria -folio 492- que, según sus
referencias, la cola de la columna llegó a su destino dos horas
después que la cabeza, lo cual da idea de su continente a poca
resistencia que a su avance hubiera opuesto el enemigo.
Organización de la posición.- Si se atiende a la materialidad de la fortificación del monte, conforme a la declaración del Chif de Ifasien, de Tensaman, el Hach Hadur Boaxa, que se registra al folio 1.699 vuelto, al ser informado por el comandante Villar del propósito que se abrigaba de ocupar Abarrán, desaprobó el proyecto, por manifestar carecer de agua, ser terreno movido y sin piedras para hacer un buen parapeto y haber harka enemiga oculta en las cercanías, y corroborando esta impresión dice el teniente coronel Ros en su declaración del folio 1.367 que como no encontraron piedra se trató de hacer el parapeto con sacos, que como estaban podridos y se desfondaban, no puedo hacerse sino un frente y parte de otro.
Por su parte, el comandante
Villar, en la declaración que prestara en dicha información, a raiz
del suceso -folio 1.669-, dice que sobre un zócalo de piedra de 25 a
30 centímetros se colocaron sacos terreros en sentido del espesor
hasta alcanzar la altura de metro treinta centímetros; pero el
policía Kaddur Dreus Buayus -folio 1.700- manifiesta existir una
sola hilada de sacos, y que la altura del parapeto llegaría al
vientre de un hombre de regular estatura, y el teniente de
Artillería antes citado, Gómez López, dice: "Que al dejar la
columna la posición -y él regresó con el ganado de la batería de
montaña dejada en ella-, quedó el parapeto formado por su frente
Oeste, correspondiente a la Artillería, por dos o tres hiladas de
sacos, que alcanzarían aproximadamente hasta la altura de rodilleras
de las piezas, y siendo más elevado por los frentes Norte y Este"; y
esto debe ser lo más aproximado a la realidad, por lo prematuro de
la retirada de la columna de protección, que habría de dejar en
curso de ejecución la obra, y sobrevenir el repentino ataque a la
hora de haberse retirado aquélla.
Asentamiento de la posición
y estructura.-
El terreno de asentamiento, a tenor de la
declaración del comandante Villar, era una cumbre o elevación en la
parte más meridional del macizo de Abarrán, que se extiende en
dirección Este-Oeste, ascendiendo suavemente en dicha dirección.
Como a 800 ó 900 metros se halla dominada por una cima situada al
Norte, que impuso estrechar el trazado para disminuir el espacio
batido dentro de la posición, dándole una dimensión de 65 por 12
metros. Se colocó la batería en el frente Oeste, teniendo a
vanguardia un collado todo él dominado por la batería. Por el
frente Este descendía uniformemente el terreno para revolverse en
llano, dominándose todo con fuego de fusil. El frente Norte daba a
las barrancadas que abren en el macizo de Abarrán, y al Sur
desciende en pendiente bastante fuerte, para después caer, en
espacio muerto, en pendiente muy fuerte, constituyendo por sí misma
una defensa.
Los sacos para el parapeto se
llenaron de tierra del interior, para rebajar el relieve que
afectaba, y por el frente Sur se dejó únicamente el basamento de
piedra, pues a mayor altura que se hubiera dado al parapeto hubiera
habido más espacio batido desde el terreno Norte exterior.
Únicamente se pusieron sacos tereros en esa parte, a continuidad de
la batería.
La alambrada se veía desde la
posición, y estaba constituida, según el policía Kaddur, por
solo dos filas de estacas clavadas en el terreno, muy suelto por
algunas partes; agregando que el terreno que rodeaba a la posición
en su cercanía era tan pendiente, que desde el frente de la
artillería y el de retaguardia, o Sur, donde después se hizo una
zanja trinchera, sólo se veía la alambrada que estaba colocada en
el borde de la cima donde se asentó la posición. Entre alambrada y
parapeto, como al exterior, había bastante maleza, jara y monte
bajo, que permitía acercarse sin ser visto.
El teniente de Artillería
Gómez dice que en el frente Oeste de la batería el espacio muerto
era de unos 1.500 metros, no quedando espacio batido con espoleta a
cero, por estar desenfilado el terreno a unos cincuenta metros del
parapeto.
Curso de la operación.-
Atento a la declaración del teniente coronel Ros, el Comandante
general, que a las nueve de la mañana había llegado a Annual,
pretendió ir a Abarrán, del cual intento le disuadió el coronel
Morales, de la Policía, aduciendo la distancia y desconocer él el
camino; asegurando las confidencias que no atacó el enemigo cuando
se establecía la posición, y se mantuvo a la espectativa para dar
tiempo a que el general fuese a ella, cual tenía por costumbre en
las ocupaciones, a fin de hacerle prisionero.
Retirada de la columna.-
A las once, según el parte de la operación -folio 1.908-
emprendió la retirada la columna directamente sobre Buimeyan,
efectuándolo prematura y precipitadamente, con poco orden y
cohesión - folio 1.206 -, habiendo tenido ocasión el Juzgado de
examinar fotografías del paso de ella por el valle del Amekran, con
alargamiento de desunión, cuyo rastro, en la parte sorprendida, no
da idea de fuerza organizada.
Según el teniente de
Artillería, a las doce cuarenta y cinco, pasando la columna del
río, se le advirtió que no era conveniente se detuviese a dar agua,
por verse bajar bastante enemigo de los montes que domina el sitio de
paso, antes bien que acelerase la marcha, y una hora más tarde se
oyó el primer cañonazo de la posición, siguiendo sin interrupción
el fuego hasta llegar a Annual; pudiendo seguir luego, el testigo de
ésta, las distintas fases de la defensa hasta extinguirse el fuego y
ver desaparecer la posición a las tres horas y media de haber sonado
el primer disparo. Confirman el fuego el teniente coronel Ros - folio
1.367 -, el capitán Catalán - folio 1.002 - y el capitán González
Longoria - folio 492 -, que observó la intensidad, la explosión de
los proyectiles, que empezaron a unos mil metros, fueron acercándose
al parapeto y acortando aquella distancia; y asimismo el soldado de
Ceriñola Martín Gómez - folio 999 -.
Dice también el comandante
Villar - folio 1.699 vuelto - que al retirarse de la posición y
cerca del Amekran recibió un despacho del Comandante general
ordenándole quedara en Abarrán, además de la Artillería, una
compañía de ametralladoras, pero que esto ya no fue posible, porque
se hallaban dichas unidades pasando el río. Que cruzado éste se
oyó fuego de cañón contra la vertiente de derecha de Igerzanen, y
al propio tiempo sonaron algunos disparos sueltos de fusil, hechos, a
lo que parece, por la harka amiga de Casba el Fokani, apostada en
Sidi Ismael, contra gente que bajara del monte.
Ataque a la posición.- El
hecho es que, a poco de dejar la columna recién establecida la
posición, se inició el ataque, y que cayó la posición en la
escasa defensa que hiciera de la una a las cuatro y media o cinco de
la tarde del mismo día 1° de junio, de ocupación, en condiciones
que hacen suponer la deserción de la harka auxiliar o el abandono
precipitado de su guarnición sin apurar la resistencia, cosa que no
aclaran suficientemente las diligencia unidas. De la ocupación, como
del ataque, dan cuenta circunstanciada los telegramas del Alto
Comisario al Ministro de la Guerra de 1, 2 y 3 de junio -folios 7, 8
y 12- y conferencia del día 5 -folios 17 y 21-.
La columna de
protección, en su apresurada retirada, no trató de acudir al reparo del
ataque, advertida, sin embargo, por el fuego que oyera en el trayecto,
llegando a Annual sus primeros elementos a las cuatro de la tarde.
Causas
determinantes de la caída.-
Realizóse, en conclusión, bajo tan
desfavorables auspicios y términos de ejecución la operación con tanto
ahínco como impremeditación emprendida, "aprovechando rápidamente
una circunstancia favorable que hiciera notar el jefe del sector,
comandante Villar, brindada, a lo que parece, por los mismos cabileños
de Tensaman. Por ello se organizó la sorpresa del monte Abarrán con
auxilio de elementos locales, y cuya ocupación se realizó sin
resistencia del enemigo", cual se dice en carta de 8 de junio al
amanecer al Alto Comisario el epílogo de la fracasada operación,
consignando que el repliegue se efectuó sin novedad, "sin que nadie
hiciera presentar la hostilidad del enemigo"; es de inferir que con
referencia a los informes que le hubiesen sido presentados.
Como consecuencia
inmediata de la caída de la posición, los cabileños de Tensaman,
compelidos por los beniurriagueles, engrosaron las huestes de la harka
enemiga.
A las once de la
mañana del día 2 de junio se presentó de nuevo en Annual el Comandante
general, según declara el teniente coronel Ros al folio 1.370; pero ni
en aquel dia ni en el siguiente, dice, se pudo tomar la ofensiva, porque
noticias que da por ciertas hacían subir el contingente de la harka a
once mil hombres.
El Comandante
general, ante el inesperado fracaso de Abarrán, se vió obligado a
reformar sus propósitos, abandonando el plan de ocupación de Beni-Melul,
que con tal confianza anunciara, disponiendo que la columna del teniente
coronel Fernández Tamarit, de África, que debía cooperar a él - folio
1.206 - por Harrichen, se incorporase a Annual, creyendo el testigo que
el desgraciado suceso determinó el que el enemigo cambiase de actitud,
dejando la expectante que guardaba y adoptando la ofensiva, consciente de
su fuerza, decidido a contrariar los intentos de nuestro avance hacia
Alhucemas.
Ciertamente, crecido
por el fácil triunfo que se le había preparado, y ante nuestra
pasividad no dando rápida respuesta al descalabro, el enemigo se decide
pasar el Amekran, a cuya izquierda hasta entonces habíase mantenido.
Y agrega el coronel
Riquelme, en su declaración del folio 1.780, que desde el punto de vista
militar el fracaso de Abarrán determinó el aumento de los contingentes
rebeldes, adquiriendo éstos la convicción de sus fuerzas para expugnar
nuestras posiciones y sistematizar sus procedimientos de ataque; y los
más sensibles efectos fueron la paralización de la acción ofensiva en
Tensaman y la necesidad de tener que organizar defensivamente el
territorio de Beni-Ulixech, que estaba abocado al ataque inmediato de la
harka.
Consecutivamente, el
día 2, a las tres, el enemigo se echó sobre Sidi Dris, acometiéndola
con ímpetu. Una columna - 1.370 - que se organizó en Annual para acudir
en su socorro, al mando del teniente coronel del Grupo de Regulares, hubo
de retroceder ante el crecido superior número de enemigos.